VIDA NUEVA | “Potenciar y alentar el voluntariado entre los fieles castrenses como parte fundamental de la acción caritativa y la creación y adecuado funcionamiento de nuevas Cáritas parroquiales que den servicio de acompañamiento social y caritativo en los lugares donde se ubiquen, y que puedan colaborar activamente con las otras Cáritas del territorio donde se encuentren”. Esas son las prioridades de la nueva Cáritas Castrense, según indicó su director general, Manuel Bretón, el pasado día 28 en Madrid, en su primer encuentro informativo con la prensa.
Con el lema de Todo por la caridad, el director general –acompañado del delegado de Acción Social, Francisco Bravo, y de José Luis Falcó, secretario general de esta Cáritas, que echó a andar el 8 de enero gracias al impulso del arzobispo castrense, Juan del Río–, se desgranaron los ejes estratégicos de su actuación, así como el plan de implantación, que ya está en marcha.
Así, a corto y medio plazo, lo que se busca es “conocer quiénes necesitan nuestro apoyo, cómo nos vamos a organizar, qué herramientas debemos utilizar, cuáles van a ser nuestras actuaciones sobre la sociedad castrense y qué personas integran la Cáritas Castrense”.
Otro de los objetivos subrayados es el de desarrollar acciones en el ámbito de la cooperación internacional y de la ayuda al desarrollo, “en colaboración con los programas establecidos por las fuerzas armadas y Cáritas Española en zonas de emergencias” o tragedias naturales, según informa Cáritas Española.
En este sentido, la Cáritas Castrense ya ha estado trabajando en la recogida de alimentos, campañas a favor de los parados o de los damnificados por el tifón de Filipinas. De hecho, el día de su incorporación oficial a la Confederación de Cáritas, Juan del Río hizo entrega al director de Cáritas Española, Rafael del Río, de los más de 17.000 euros recolectados entre el personal de las fuerzas armadas.
En el nº 2.880 de Vida Nueva
