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Informe del interior


En ‘El revés de la trama’, Paul Auster (Anagrama, 2013). La recensión es de Javier Morales

Informe del interior, Paul Auster, Anagrama

Título: Informe del interior

Autor: Paul Auster

Editorial: Anagrama, 2013

Ciudad: Barcelona

Páginas: 336

JAVIER MORALES | Creo recordar que el primer libro que leí de Paul Auster fue La invención de la soledad (1982), un original y emotivo relato autobiográfico en el que la compleja relación con su padre, muerto súbitamente en 1979, le da pie al autor neoyorquino para indagar en su propia paternidad, en el azar de la vida y en la escritura. Desde entonces he leído todo o casi todo lo que ha publicado: poesía, ensayo y novela, géneros que en Auster se entrelazan.

Si la poesía le ha servido como banco de pruebas para la novela, la no ficción le permite bucear en su propia vida, en sus obsesiones y reflexionar sobre su proceso creativo. Es lo que encontraremos en su reciente Informe del interior, que viene a completar el Diario de invierno, publicado el año anterior.

Con su capacidad para enganchar al lector más exigente y atraparlo en su mundo, en Informe del interior Paul Auster rememora los días de su infancia, el despertar a la vida, el béisbol, la complicada relación con sus padres, las primeras lecturas o la súbita y determinante aparición del cine en su vida.

Los austerianos encontrarán un regalo adicional, las cartas que el escritor envió a su primera mujer, Lydia Davis, una consumada microrrelatista, entre 1966 y 1969, y que el autor de La música del azar creía perdidas. Las cartas publicadas nos hablan del joven Auster, en París, entregado a la escritura, como un monje, mientras espera que su novia se reúna con él. Cuando esto suceda, ambos trabajarán durante un tiempo como guardeses en una casa de campo.

Anécdotas aparte (algunas conocidas), lo interesante de este Informe del interior es la mirada con la que el Auster de hoy, a punto de entrar en la edad provecta, se mira en el espejo de esos años de incertidumbre e indefinición. Como todos los grandes novelistas, desde entonces libra una batalla entre la escritura y el mundo. Y siempre, según confiesa el propio Auster, será más importante la vida que el arte. Una vida que consigue transmitir a sus lectores.

En el nº 2.880 de Vida Nueva.

Actualizado
30/01/2014 | 18:04
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