Los abusos sexuales en manos del Santo Oficio

El cardenal O’Malley anunció la creación de la Comisión para la Protección de Menores

 

Abuse

No se trata de alertar contra una doctrina herética, ni de preservar la pureza de la doctrina en las universidades; no se igualan con los investigadores de universidad que escriben sobre teología o sobre las escrituras, pero tanto estos como los acusados como abusadores de niños irán a parar a la misma Congregación para la Doctrina de la Fe. Esta Congregación tendrá bajo su responsabilidad la Comisión para la Protección de Menores.

Los que encuentran atractiva la relación entre esta Congregación y el tribunal de la Inquisición, hallarán el camino abierto para decir que los sacerdotes y religiosos pederastas irán a manos del tribunal de la Inquisición, pero la realidad es menos pintoresca.

Unos abusos que tanto mal le han hecho a la credibilidad de la Iglesia, y que manejan como lanzallamas los que la combaten, serán tratados de modo integral, aunque con mano de hierro.

Cuando el cardenal arzobispo de Boston, O’ Malley, anunció la creación de la nueva Comisión, sorprendió a la prensa con la guardia baja y sin las pregunta esclarecedoras en las libretas. Los comunicados posteriores de la Oficina de Prensa del Vaticano son los que han ampliado la información: se ordena a los obispos del mundo “actuar con decisión en los casos de abuso sexual”.

Esa actuación con decisión implica:

Medidas contra los culpables.

Incluida la cooperación activa con las autoridades civiles.

Medidas de protección de los niños y jóvenes.

Ayuda para las víctimas.

Acciones preventivas en los seminarios y casas de formación que incluirán: evaluación siquiátrica de los seminaristas; servicios de salud mental.

Cooperación entre las diócesis, con intercambio de información permanente.

Para la operación de la Comisión se ha requerido la cooperación de las Conferencias Episcopales, de las Conferencias de Superiores Religiosos; de laicos, religiosos y sacerdotes competentes.

Al informar sobre esta Comisión el cardenal de Boston destacó el daño que estos abusos le han causado al testimonio y credibilidad de la Iglesia.

El tema ya venía motivando acciones en distintas diócesis del mundo. Es el caso de las diócesis chilenas bajo la inspiración de la Conferencia Episcopal, que este año convocó al 3er Encuentro Nacional sobre el tema del abuso.

De estos encuentros ha salido la iniciativa pastoral  de crear centros diocesanos que tiene por misión el apoyo de las víctimas y el estímulo de políticas de prevención de los abusos sexuales contra niños y jóvenes; la ayuda a las víctimas no solo como reparación, sino como sanación de los traumas padecidos por las víctimas.

Son iniciativas, las de Roma y las de las diócesis, que señalan un avance pastoral en el tratamiento de este problema. Inspirados en la actitud papal de la misericordia y de la ternura, los agentes de la pastoral tienen en cuenta  en primer lugar a las víctimas, pero también a los victimarios; tienen en cuenta el mal y sus consecuencias, pero también su prevención; tienen en cuenta la gravedad de las heridas producidas por el abuso, pero también la urgencia de una justicia eficaz y oportuna.

VNC

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