Mensaje de Francisco al Foro Económico Mundial que se celebra en la ciudad suiza
MIGUEL ÁNGEL MORENO | Con motivo del inicio del Foro Económico Mundial que se celebra anualmente en la ciudad suiza de Davos, el papa Francisco ha enviado un mensaje escrito para la apertura de la reunión internacional iniciada ayer, en el que enfatizó la necesidad de “un enfoque inclusivo” en la gestión de la economía y reclamó el esfuerzo de los allí reunidos para que “la humanidad se sirva de la riqueza y no sea gobernada por ella”.
El mensaje, enviado con la intención de “enriquecer los debates del Foro y dar una contribución útil a su importante labor”, en palabras de Francisco, fue dirigido al profesor suizo Klaus Schwab, fundador del foro económico que alcanza en este año su 44ª edición, y leído ayer martes 21 de enero por el cardenal ghanés Peter Kodwo Appiah Turkson, presidente del Pontificio Consejo ‘Justicia y Paz’.
Un “enfoque inclusivo” hacia la dignidad
“Con respecto a vuestra reunión, me gustaría hacer hincapié en la importancia que tienen los distintos sectores políticos y económicos en la promoción de un enfoque inclusivo que tenga en cuenta la dignidad de toda persona humana y el bien común”, inicia el mensaje papal, que no oculta los “avances que contribuyen al bienestar de la gente” y los que han logrado reducir la pobreza, si bien destaca que esos progresos “a menudo llevan aparejada una gran exclusión social”.
Para Francisco, los líderes políticos y económicos que se reúnen en la localidad helvética tienen “una responsabilidad precisa con los más frágiles, débiles y vulnerables”, con aquellos que sufren hambre “a pesar de las grandes cantidades de alimentos disponibles”, o con los refugiados que “no consiguen encontrar hospitalidad” y “mueren trágicamente” cuando tratar de emigrar buscando un lugar mejor.
“Los que han demostrado la capacidad para innovar y mejorar la vida de muchas personas a través de su creatividad y experiencia profesional, pueden ofrecer una contribución adicional poniendo sus capacidades al servicio de los que aún viven en medio de una terrible pobreza”, agregó el Papa en este mensaje.
Apelación a una “visión trascendente”
La llamada a la responsabilidad empresarial y política, apoyada en varias citas de la reciente exhortación apostólica Evangelii gaudium y en la encíclica de Benedicto XVI Caritas in Veritate lleva al Pontífice en este texto a reclamar “una visión trascendente de la persona” que lleve a “servir más eficazmente al bien común” y hacer “más accesibles para todos” los bienes del mundo.
“Estoy convencido que una apertura tal a lo trascendente puede dar forma a una nueva mentalidad política y económica, capaz de reconducir toda la actividad económica y financiera dentro de un enfoque ético que sea verdaderamente humano”, aseguró el Papa en los últimos párrafos de su mensaje, en el que apeló a los “hombres y mujeres de gran honestidad e integridad personal” que forman la comunidad internacional.
“Os pido que os esforcéis para que la humanidad se sirva de la riqueza y no sea gobernada por ella”, concluía Francisco su mensaje, invocando la bendición divina para los participantes del Foro Económico Mundial de Davos en las últimas líneas de su misiva.
