Víctor Codina: “Las grandes reformas de la Iglesia han venido de abajo”

Teólogo jesuita en Bolivia

Víctor Codina, teólogo jesuita en Bolivia

ÓSCAR ELIZALDE PRADA (BOGOTÁ) | El jesuita Víctor Codina, de origen español, vive desde hace más de tres décadas en Bolivia. Su identidad como teólogo latinoamericano se deriva de su experiencia pastoral con comunidades de base y de su ejercicio docente en aulas de teología y otros espacios formativos para laicos y consagrados. En muchos de sus escritos ha reflexionado sobre la eclesiología del Vaticano II. Ahora comparte su mirada sobre el presente y el futuro de la Iglesia en tiempos del papa Francisco.

PREGUNTA.- ¿La Iglesia se está oxigenando con este Papa?

RESPUESTA.- No solo la Iglesia, sino el mundo. Es como si se respirara un aire nuevo. Aquel llamamiento de san Francisco de Asís a reparar y a construir la Iglesia parece que para el Papa también es un programa. Y reparar la Iglesia no desde el poder y la parafernalia del Vaticano, sino desde el amor, desde los pobres, desde la misericordia, desde la periferia, desde la cercanía a los más necesitados, desde la vuelta al Evangelio. Esto abre horizontes y da la impresión de que la situación que se vivía en muchos sectores de la Iglesia ha ido cambiando. Esto es prematuro y habrá que esperar a ver cómo el Papa conduce esta nueva singladura de la Iglesia. Pero son signos de que algo nuevo está comenzando y nos toca a nosotros estar atentos, responder y seguir estas líneas que se están dando. Hay síntomas de que estamos pasando del invierno a una nueva primavera eclesial.

P.- ¿Podemos estar pasando de los signos a los hechos?

R.- Claro, pero estos signos, si se toman en serio, ya encierran hechos. Cuando el Papa quiere celebrar el Jueves Santo en una cárcel para jóvenes y les lava los pies a ellos y a unas jóvenes –incluso a una musulmana–, esto es un hecho: estar al servicio de los demás, de los que no tienen voz, cualquiera que sea su cultura y religión. Cuando viaja a Lampedusa, quiere llamar la atención a toda la sociedad del drama de los emigrantes. (…). Cuando dice que la Iglesia no puede quedarse centrada en temas como el aborto, el divorcio y las uniones homosexuales, sino que tiene que anunciar ante todo la alegre noticia de la salvación, está diseñando una imagen de Iglesia evangélica, centrada en Jesús, con olor a Evangelio. Lo que pasa es que esto tiene que acontecer tanto a nivel de Roma como a nivel nuestro, y ahí es donde nos preguntamos: ¿cómo se puede materializar?

Reclamar el Concilio

P.- ¿Qué necesitan los bautizados para renovarse al ritmo de Francisco?

R.- En primer lugar, retomar el Vaticano II. Su espíritu no se ha agotado, el Espíritu no está en huelga y continúa impulsando a la Iglesia hacia adelante. Pero, en segundo lugar, creo que hay una tentación, un poco sutil, de centrar la Iglesia en la figura del Papa. Y ni la Iglesia es la jerarquía, ni la jerarquía es el Papa, ni el Papa es el Vaticano. La Iglesia somos todos, por importante que sea la figura del Papa, que indudablemente tiene un peso importante. Sin embargo, no podemos esperar que la renovación de la Iglesia venga solo de arriba. Hemos de ser conscientes de que todos somos sujetos bautizados, con iniciativa, con creatividad, con libertad, y debemos dejarnos llevar por el Espíritu sin esperar a que todo venga de arriba.

Entrevista con Víctor Codina [íntegro solo suscriptores]

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En el nº 2.878 de Vida Nueva

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