España en 2013, una Iglesia en renovación

CEE y CONFER han iniciado los cambios, con el Año de la fe y el 50º aniversario del Vaticano II de fondo

inauguración de la Asamblea Plenaria de la CEE noviembre 2013

La Asamblea Plenaria de la CEE de noviembre eligió nuevo secretario general

FRAN OTERO | Antes de comenzarlo, el año 2013 ya estaba marcado como un año de cambios, que serían, además, la antesala de otros que veremos en 2014. Cambios y renovaciones con el Año de la fe y el 50º aniversario del Concilio Vaticano II de fondo, que ocuparon las reflexiones de numerosos grupos, movimientos o áreas pastorales en nuestro país.

Lo que no sabía nadie es que la renovación más grande para la Iglesia en España, como para la que está por todo el mundo, llegaría desde el Vaticano con la renuncia de Benedicto XVI, en un gesto histórico y profético, y con la elección del papa Francisco, del cual ya nadie duda de su aportación a esta renovación y del aire fresco que ha traído.

De la decisión del papa emérito, en España se escucharon, sobre todo, palabras de respeto, conmoción y sorpresa; aunque también palabras que pusieron en valor una decisión que demostró una gran valentía y un gran amor por la Iglesia.

La respuesta ante la llegada de Francisco fue jubilosa en todos los estamentos eclesiales españoles: todos coincidieron en darle una calurosa bienvenida. Obispos, laicos y religiosos alabaron sus primeros gestos y palabras, su sencillez y cercanía. “Tiene la capacidad, y esa es la impresión que ha recibido la mayoría, de romper esos muros invisibles. Enseguida se acerca a la persona, que recibe la confianza. Va en continuidad con una línea que mantiene desde hace tiempo. Sencillo, directo; se manifiesta con transparencia de fe y oración, es humilde, y esa humildad le da una valentía particular”, dijo en Vida Nueva el obispo de Valladolid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Ricardo Blázquez.

Al margen de la recepción de un nuevo pontífice, lo más interesante es el impacto positivo que ha tenido la elección en la Iglesia española, como una inyección de moral, que también se percibe en la jerarquía episcopal, en cuyas palabras y gestos se advierte lo que ya conocemos por el estilo Francisco. Y ahí, la preferencia por los más pobres y por los que sufren aparece por encima de todo.

Lo cierto es que a esta renovación ‘espiritual’ le han seguido otras que ya estaban previstas, como la elección de un nuevo presidente de CONFER y de un nuevo secretario general y portavoz de la CEE, ambas en el mes de noviembre, cuando ya casi finalizaba el año.

asistentes a la inauguración de la XX Asamblea General CONFER 12 noviembre 2013

También la Asamblea General de CONFER de noviembre renovó su presidencia

El primero fue el claretiano Luis Ángel de las Heras, que obtuvo un gran consenso entre los superiores y superioras de congregaciones religiosas con presencia en España para que sea su cabeza más visible. Le acompañará María Rosario Ríos, de la Compañía de María, en la vicepresidencia. De las Heras dejó clara su voluntad en una de sus primeras entrevistas, en la COPE: “Queda claro que todo lo que vayamos a hacer tiene que ser compartido, trabajando en equipo, acercando posturas. Desde luego que uno tiene sus sueños, y que uno quiere, como el papa Francisco una Iglesia mejor, una Vida Consagrada mejor”.

El nuevo presidente tomó el testigo de Elías Royón, que se despidió tras cuatro años de servicio en CONFER reivindicando el papel de la Vida Religiosa como testimonio creíble en la sociedad. “Es justo reconocer que la Vida Religiosa, en el contexto eclesial, continúa respondiendo con gran generosidad e imaginación a tantas tragedias; nuestra vocación nos llama a ser testigos de la misericordia y la ternura de Dios en el mundo, y este testimonio es el que hace creíble el anuncio del Evangelio”, dijo entonces.

También hubo renovación en la Conferencia Episcopal, pues el obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino, ya no es más secretario y portavoz, al cumplir dos quinquenios en el cargo. Los obispos españoles decidieron, en Asamblea Plenaria, que le sustituyese el sacerdote y periodista extremeño José María Gil Tamayo. Cercano y buen comunicador, se ganó el respeto de sus compañeros periodistas saludando a todos, uno a uno, el día de su presentación, poniéndose, además, a su servicio.

Su perfil comunicativo destaca por encima de todo y, de hecho, él mismo cree que por eso le han llamado los obispos. Dejó clara cuál es su misión: “Comunicaré lo que los obispos vayan iluminando a la sociedad española. Lo de menos será mi opinión, que no cuenta; es la de ellos la que estoy encargado de transmitir. En esta dimensión, os veo como compañeros en una tarea de mediación con la Iglesia y la sociedad, con los católicos, que, por serlo, no renuncian al derecho ciudadano a la información, y con el resto de la opinión pública, porque la Iglesia tiene un peso insustituible en nuestro país, en su historia, en su presente y en su futuro”.

También reivindicó que la información sobre la Iglesia “tiene que salir de las páginas de sucesos para ocupar su sitio en las páginas de sociedad”. Quizá el titular más significativo de su primera comparecencia fue este: “La Iglesia no puede ser profeta de calamidades, sobre todo, cuando hay gente sufriendo en la que tenemos que poner el bálsamo de esperanza”.

Tarragona beatificación de 522 mártires 13 octubre 2013

Macrobeatificación de Tarragona

Una gran beatificación culmina el Año de la fe

Aunque la renuncia de Benedicto XVI y la posterior elección de Francisco dejaron en un segundo plano el Año de la fe que había convocado meses atrás el ahora papa emérito, lo cierto es que gran parte de los eventos programados –cursos, encuentros, asambleas, jornadas de formación, exposiciones, congresos…– tuvieron que ver con este.

Pero el acto más importante celebrado en España fue la beatificación en Tarragona de 522 mártires víctimas de la persecución religiosa del siglo XX, a la que asistieron más de 20.000 personas. El espíritu con el que se desarrolló la celebración, así como los preparativos, lo mostró el arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, que repitió en la rueda de prensa posterior al evento: “De lo que ha pasado estos días, hemos de profundizar en los hechos históricos. Más que abrir heridas, queremos curar, que la gente no sufra, que se vea que no estamos en contra de nadie. Y no tirarnos los muertos a la cabeza”.

Pero lo más importante de estos 522 nuevos beatos, en su mayoría pertenecientes a congregaciones religiosas, es su testimonio: eran hombres y mujeres de fe firme y vida ejemplar, una vida llevada hasta el extremo del martirio; murieron por ser religiosos, religiosas o sacerdotes, y no por adscripción a un bando; y murieron perdonando a sus verdugos. Fueron, y son, semillas de paz y reconciliación.

Lo explicó muy bien en estas páginas Raúl Corral, delegado para las Causas de los Santos de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, testimonio que ahora retomamos: “Estas beatificaciones tienen que ser para todos germen de paz, porque no se trata de remover aguas o levantar ampollas, sino de corresponder a unos hermanos nuestros que supieron testimoniar con la entrega de su vida el nombre de Jesucristo. Serenidad, porque no se trata de buscar culpables, sino de buscar la gloria de Dios. Y fortaleza, pues esta beatificación está compuesta de gente sencilla, normal, con fallos y defectos, capaces de entregar su vida. Acicate que nos da fuerzas y anima en nuestra vida
cristiana”.

José Ignacio Wert, ministro de Educación

El ministro de Educación, José Ignacio Wert

La educación, de nuevo campo de batalla

Otro de los aspectos más reseñables del año 2013 es la aprobación de la Ley de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), aprobada sin consenso. Aunque esta nueva ley mejora el estatus de la asignatura de Religión en la Educación Primaria y en la Secundaria, sigue habiendo deficiencias tanto en este aspecto concreto como en otros, como ha venido denunciando Escuelas Católicas.

Precisamente, su secretario general, José María Alvira, realizó una brillante y oportuna intervención en la Comisión de Educación del Congreso de los Diputados, en una ronda de comparecencias que pidieron los grupos parlamentarios. Entonces, y en tan solo 15 minutos, lanzó un mensaje claro y contundente; reconoció aquellos cambios positivos y criticó algunas lagunas.

Fue especialmente crítico con la actitud de los distintos partidos a la hora de llegar a un acuerdo en una cuestión tan importante: “Mientras no haya un pacto educativo, estamos expuestos a modificaciones legislativas cada cierto tiempo. El sistema no soportará más cambios”.

Reprendió al Gobierno por su falta de diálogo, por no saber o no querer promoverlo, y a los demás grupos, por limitarse “a repetir descalificaciones poco respetuosas o carentes de un análisis serio, incluso antes de conocer la primera versión del anteproyecto”. “Esto no es serio”, dijo entonces.

Aprobada la ley, Escuelas Católica, también por boca de Alvira, dijo que, una vez más, se ha perdido una oportunidad para solventar problemas que existen desde hace ya muchos años y que tienen que ver con la cuestión de los conciertos y su futura viabilidad.

Para concluir, no hay que olvidar el proyecto del Gobierno para la reforma de la Ley del Aborto, otra de las leyes sobre las que ha insistido la Conferencia Episcopal y que al cierre de esta edición todavía no se había planteado, aunque parece ser inminente; así como alguna que otra polémica, como la decisión del PSOE de denunciar los Acuerdos entre la Iglesia y la Santa Sede cuando llegue al Gobierno. Ambas cuestiones tendrán continuidad el próximo año.

En el nº 2.876 de Vida Nueva. Sumario del número especial

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