La Legión de Cristo ahonda en su lucha frente a los abusos

Las medidas incluyen un estricto modelo de selección para ingresar en la congregación

Sylvester Heereman, vicario general de la Legión de Cristo y del Regnum Christi

Heereman, director general en funciones

M. Á. MALAVIA | A un mes del Capítulo General Extraordinario que se iniciará el 8 de enero y por el que la Legión de Cristo renovará su gobierno general y sus constituciones, se continúa con un proceso de purificación que se inició entre 2009 y 2010, cuando los responsables de este instituto religioso admitieron los desvíos de su fundador, Marcial Maciel, y el cardenal Velasio de Paolis fuera designado como delegado pontificio para guiar esta etapa de revisión.

Así, el pasado viernes 6, el director general en funciones, Sylvester Heereman, hizo llegar una carta a todos los miembros de la congregación en la que les explica las últimas medidas adoptadas para la prevención de abusos y la atención a las víctimas.

La principal es que se establece un código de conducta a aplicar en todos sus organismos y que comprende, entre otras cosas, un estricto modelo de selección para quienes quieran entrar en la Legión.

En caso de que surgieran denuncias de abusos, y sin olvidar el “derecho a la presunción de inocencia”, se habrá de impulsar la “plena colaboración con las autoridades” civiles y eclesiales.

Y es que, recalca Heereman, “la prioridad más grande es el bien y la sanación de la víctima y la prevención de nuevos incidentes”.

De ahí que hayan decidido publicar las cifras documentadas sobre los casos de abusos surgidos en su seno desde su fundación, en 1941. De este modo, ahora se sabe que, de sus 35 sacerdotes acusados, nueve han sido declarados culpables y diez están en proceso, y que, de sus seis superiores, tres han sido reconocidos en su culpa, aceptando otro más restricciones a su ministerio como precaución. En ambas listas de culpables se incluye al propio Marcial Maciel.

A sus víctimas se ha dirigido la Comisión de Acercamiento, instituida en 2011 por De Paolis para la atención de los casos correspondientes al fundador. Como informa Heereman, “todas las víctimas del P. Maciel que se han acercado han sido visitadas, escuchadas y atendidas. La Comisión ha visto con cada una cómo la Legión les podría ayudar a curar sus heridas y afrontar las dificultades de su vida presente”.

Sobre esta base de discernimiento, autocrítica y apuesta por sanar las heridas causadas, la Legión de Cristo afronta la que espera sea la fase definitiva de su renovación.

En el nº 2.875 de Vida Nueva.

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