Antonio Gil: “Cada pasaje evangélico es una llamada nueva y urgente”

Orar y Celebrar enero 2014

Nuevo autor de los comentarios de ‘Orar y Celebrar’

Antonio Gil, sacerdote y periodista

J. LORENZO | El sacerdote Antonio Gil Moreno es el nuevo autor de los comentarios al Evangelio de Orar y Celebrar, el mensual que publica la editorial PPC desde hace más de una década.

Párroco de San Lorenzo en la capital cordobesa y profesor en el Instituto de Ciencias Religiosas Victoria Díez, ha compaginado con brillantez su vocación sacerdotal con la periodística, como demuestran sus más de tres décadas de delegado de Medios de Comunicación Social en esa diócesis andaluza, su década como subdirector del diario Córdoba o el Premio Ciudad de Córdoba de Periodismo.

Su gusto por cultivar la palabra en sus predicaciones y la pluma en sus libros, entre ellos, Meditaciones en el AVE (San Pablo) o El perfume de la fe (Paulinas), no le hace olvidar que, al comentar el Evangelio, lo importante es también “su aplicación al momento que vivimos y a los problemas que nos angustian”.

PREGUNTA.- Tras más de cuatro décadas predicando el Evangelio, ¿le siguen sorprendiendo sus pasajes?

RESPUESTA.- La Palabra de Dios es un manantial infinito de mensajes, actualizados en cada momento por la gracia y dones del Espíritu. Hemos de tener en cuenta que “Dios es un imprevisto”, sorprendente siempre, que está a la puerta y llama cuando menos lo esperamos. Cada pasaje evangélico es una llamada nueva, urgente, clamorosa.Orar y Celebrar enero 2014

P.- ¿Tiene algún texto preferido?

R.- Sí, claro. Como decía Bernanos, todos tenemos un lugar en el Evangelio. Me encanta el diálogo de Jesús con sus discípulos cuando les anuncia la Eucaristía. Y la respuesta de Pedro, con aire universal, para colocarla en los labios de todos los habitantes de la tierra: “¿A quién iremos, Señor? Tú tienes palabras de vida eterna”. Es fascinante el pasaje de los dos de Emaús, hasta que Jesús logra convertir a dos caminantes decepcionados en “caminantes maravillados”. Y la “canonización urgente”, la primera de la historia, del buen ladrón: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”.

P.- Su faceta periodística, ¿le ayuda a la hora de comentar el Evangelio? ¿En qué se fija principalmente para desgranar la Palabra?

R.- Primero, en qué es lo que nos quiere decir Jesús y cuál es el mensaje que quiere transmitirnos. Hay que exponer y transmitir el “contenido verdadero” de la Palabra de Dios. E, inmediatamente, busco la forma más adecuada de transmitirlo. En tercer lugar, es importante su aplicación al momento que vivimos, a los problemas que nos angustian, teniendo en cuenta los “signos de los tiempos”. Y, por último, si es posible, enriquezco el comentario con alguna cita: versos de un poema, frases del papa…

Homilías transformadoras

P.- En su exhortación pastoral La alegría del Evangelio, Francisco nos habla de las homilías y ofrece pautas concretas. ¿Cuáles señalaría, a la hora de hacer un comentario como el que realiza en Orar y Celebrar?

R.- Hasta 39 consejos prácticos, concretos, ágiles y amenos nos ofrece el Papa para que las homilías sean transformadoras. Para él, “la homilía es la piedra de toque para evaluar la cercanía y la capacidad de encuentro de un pastor con su pueblo”. Aplicando lo que nos dice Francisco, mis comentarios en Orar y Celebrar buscan que “el Señor brille más que el ministro”, más que quien escribe de él. Y, sobre todo, lo más importante, como subraya también el Papa: “Descubrir cuál es el mensaje principal, el que estructura el texto y le da unidad”. Por eso, tengo especial empeño en “transmitir la fuerza propia del texto comentado”. Y, cómo no, sentirme “instrumento del Señor” a la hora de escribir, como también nos dice el papa Francisco: “El Señor quiere usarnos como seres vivos, libres y creativos, que se dejan penetrar por su Palabra antes de transmitirla; su mensaje debe pasar realmente a través del predicador o del escritor, pero no solo por su razón, sino tomando posesión de todo su ser”.

P.- ¿Cree que este Papa propicia un acercamiento al Evangelio a quienes hasta ahora lo tenían arrinconado o directamente relegado de sus intereses?

R.- Este Papa contagia directamente, transmite la Palabra de Dios como palabra de vida y, sobre todo, como manantial de felicidad. Él es el primero que acepta ser herido por esa Palabra, que herirá a los demás, porque es una Palabra viva y eficaz. La gente tiene “sed de autenticidad”, y el Papa la derrama a manos llenas. Nos comunica lo que ardientemente lleva en su alma, lo que ha hecho carne en su existencia concreta, lo que ha contemplado. Además, tiene un secreto: el Papa pone un oído en el pueblo para descubrir lo que los fieles necesitan escuchar. Como él nos dice: “Un predicador es un contemplativo de la Palabra y también un contemplativo del pueblo”.

En el nº 2.875 de Vida Nueva

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