La América misionera comparte su fe

congreso COMLA9 COM4 Venezuela América misionera 2013

El COMLA9 y el CAM4 ratifican en Maracaibo (Venezuela) la apuesta por una Iglesia testimonial

congreso COMLA9 COM4 Venezuela América misionera 2013

La América misionera comparte su fe [extracto]

ÓSCAR ELIZALDE PRADA | Aunque, desde hace ya más de tres décadas, los Congresos Misioneros Latinoamericanos (COMLA) tienen lugar en alguna ciudad de América Latina, lo mismo que los Congresos Americanos Misioneros (CAM) –estos últimos datan de 1999–, no resulta fácil expresar la magnitud de lo que representan para el caminar de la Iglesia en el continente.

Por ello, lo mejor es ver lo que los mismos participantes explican: “Es la reunión de un conjunto de personas en marcha misionera, con compromisos concretos en sus Iglesias locales”; “son personas que se encuentran y viven la gracia de estar juntos para compartir experiencias misioneras muy diversas y cargadas de vida”; “son misioneros y misioneras venidos de todos los rincones del continente que celebran su fe con expresiones festivas”.

En su más reciente versión, el COMLA9 y el CAM4 acontecieron en la ciudad de Maracaibo (Venezuela), entre el 26 y el 30 de noviembre. Inspirados en el lema América misionera, comparte tu fe, más de 3.000 misioneros de 24 países participaron en foros –22 en total–, ponencias y celebraciones litúrgicas, que apuntaron hacia el fortalecimiento de su compromiso misionero, para responder con pertinencia a los desafíos de la tarea evangelizadora hacia dentro (inter gentes) y hacia fuera (ad gentes), en un mundo pluricultural y secularizado.

De ahí que la presencia de culturas indígenas, afroamericanas, campesinas, urbanas, suburbanas, mestizas y migrantes tuvieran un particular significado en esta oportunidad, al igual que los numerosos testimonios que compartieron algunos misioneros, como la franciscana española Montserrat Simón o el jesuita mexicano Ricardo Jiménez, que desde hace años trabajan en Argelia, en un contexto predominantemente musulmán.

A las reflexiones propuestas para estas jornadas, que se desarrollaron en torno a cinco ejes temáticos (discipulado, conversión, secularización, pluriculturalidad y misión ad gentes), se sumaron las estimulantes palabras del cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, que, como delegado del papa Francisco, hizo presente “su nuevo estilo de Iglesia”, recordando a los participantes que “la misión es tarea de toda la Iglesia”: ordenados y laicos, consagrados y familias, niños, jóvenes y adultos.

En permanente conversión

En su mensaje final, el COMLA9 y el CAM4 llaman a la Iglesia a salir de sí misma para relacionarse con la humanidad: “La fe en la Encarnación implica entrar en las culturas; la fe en la Resurrección lleva a evangelizar desde adentro a las culturas”.

Asimismo, las Iglesias locales están convocadas a vivir una comunión al servicio de la misión y a ser misioneras, proféticas y liberadoras, en sintonía con lo que propone el Papa: “Que la Iglesia que peregrina en América se ponga en camino, sea una Iglesia dialogal, que opte por los pobres, testimonial y en permanente conversión de personas y estructuras”.

En este espíritu, haciéndose eco de Aparecida y de la Evangelii gaudium, la Iglesia en América abrazó cinco grandes orientaciones pastorales:

  • 1) agradecer y expresar lo mejor que nos pudo acontecer en la vida, el haber encontrado a Jesucristo haciéndonos discípulos-misioneros;
  • 2) promover la conversión eclesial a todos los niveles, desde la escucha de la Palabra, que nos lleve a una comunión eclesial que promueva una pastoral profética que denuncie la injusticia;
  • 3) desarrollar una nueva mirada de las relaciones evangelizadoras, con rostro humano, para abogar e incidir en el desarrollo humano, en el campo, en la ciudad, como en los ámbitos de la vida política, económica, social, cultural y ecológica;
  • 4) promover la interculturalidad a través de un acercamiento respetuoso de la diversidad, para que nuestros pueblos indígenas, afros y culturalmente emergentes tengan vida, y vida en abundancia; y
  • 5) asumir por parte de las conferencias episcopales, y en el transcurso de los próximos cinco años, un lugar de misión al que sean enviados laicos, religiosos, religiosas y sacerdotes, para lo cual deberán crearse diversos itinerarios de formación.

Estos compromisos alentarán el caminar misionero del continente americano, hasta la próxima cita en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), dentro de cuatro años.

En el nº 2.874 de Vida Nueva

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