Arte al servicio de la fe

exposición Fides en Jaén en el Año de la fe

Los Obispados de Jaén, Zaragoza o León culminan el Año de la fe con significativas exposiciones de gran calidad artística

exposición Fides en Jaén en el Año de la fe

‘Fides’, repaso a la fe de un pueblo en Jaén

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ | La próxima clausura del Año de la fe –el 24 de noviembre– ha hecho que varias diócesis hayan inaugurado exposiciones para “confesar la fe en plenitud y con renovada convicción, con confianza y esperanza”, como pedía Benedicto XVI. Tres ejemplos significativos de cómo presentar el mensaje cristiano a través del arte y su raigambre local han sido las diócesis de Jaén, Zaragoza y León. Las tres mantienen las exposiciones abiertas hasta enero.

En la catedral de Jaén deslumbra Fides. Arte al servicio de la Fe en Jaén, una extraordinaria muestra con 56 piezas “realizadas por artistas jiennenses antiguos y contemporáneos, o confeccionadas para algún lugar de la geografía provincial”, según Francisco Martínez Rojas, deán de la catedral y comisario de una exposición estructurada por un discurso que descansa en dos pilares: el credo de los apóstoles y el contraste entre una obra de arte antigua y una contemporánea.

“En primer lugar, el credo de los apóstoles sirve para condensar la fe de la Iglesia, tal y como se ha transmitido a todas las generaciones. La elección de este credo se justifica por su simplicidad, el papel que desarrolló en la antigüedad en la iniciación cristiana y la cómoda división en doce partes, que remite a los apóstoles y, a través de ellos, a Jesucristo”, explica el también colaborador de Vida Nueva.

El segundo pilar es “el principio de la oposición polar o del contraste”, según el deán, quien parte del pensamiento de Romano Guardini para explicar “la tensión dialéctico-estética que surge de la relación entre dos obras de arte, una antigua y otra contemporánea, que expresan el mismo contenido de la fe”.

En este caso, Rojas ha querido mezclar obras de los siglos XIV o XV con otras del siglo XX e, incluso, recién acabadas, lo que testifica que aún hay artistas con “luz interior”, como decía Matisse, pero también para que “el arte sacro, cargado de posibilidades comunicativas y evocadoras de lo trascendente, pueda superar los límites que lo lastran hoy”.

Fides consta de cuatro secciones. La primera es Semina Verbim, en donde una cabeza de león ibero (s. III a. C.) y un capitel romano (s. I d. C.) sirven de introducción a las religiones precristianas en aquellas tierras.

El segundo núcleo temático, Porta fidei, gira en torno a los orígenes del cristianismo en Jaén. Los protagonistas son aquí, por una parte, la tradición de los siete varones apostólicos, que remite a la leyenda hagiográfica de san Eufrasio como primer obispo de Jaén, representado por las tallas de Antonio González (1965-1970) y Esteban Fenández (2012); por otra, el concilio de Elvira (Granada), celebrado entre 300 y 309, donde se encuentra el primer hecho histórico incontestable: de las 37 sedes hispanas, 28 estaban en la actual Andalucía, y de ellas, seis en Jaén. El crismón visigodo de La Guardia (s. VII), una de las sedes episcopales jiennenses presentes en Elvira, lo ilustra.

Junto al manuscrito ológrafo de los Dichos de luz y amor, de san Juan de la Cruz, custodiado en la parroquia de Santa María de Andújar, también se incluyen referencias contemporáneas a la senda de santidad de la Iglesia de Jaén, como el retrato de San Pedro Poveda (2003) de María García, o la pieza más reciente, Luz entre las tinieblas (2013), un óleo sobre lienzo de Francisco Carrillo pintado para conmemorar la beatificación de Manuel Aranda Espejo.

La tercera sección, Creí, creo y creeré, reúne doce núcleos temáticos que configuran el Credo o Símbolo de los Apóstoles. Abre cada sección una imagen del apostolado realizado entre 2012 y 2013 por el escultor Suso Marcos para la iglesia de Santa María del Collado, de Santisteban del Puerto. Junto a ellos, piezas sobre pasajes evangélicos, como la Pasión, con el Cristo crucificado de Jorge Fernández (s. XVI) o el de Jacinto Higueras (1941).

exposición Speculum en Zaragoza, en el Año de la fe

La Virgen protagoniza ‘Speculum’, en Zaragoza

La cuarta sección, Jesús es Cristo y Señor, propone una vuelta a los orígenes. “Tras repasar el Credo y contemplar su expresión artística antigua y contemporánea, se ofrece un resumen del origen de lo que cree y propone la Iglesia volviendo la vista al acontecimiento originario: el misterio pascual de Jesucristo, con el añadido específico de ver cómo la relación con el Crucificado-Resucitado se ha expresado a través de la devoción más señera en la historia religiosa de Jaén: el Rostro de Cristo”.

Junto a ese Santo Rostro (s. XIV) también se puede ver El Salvador (s. XVII), anónimo de la Catedral, o, más contemporáneos, la Cabeza de Cristo (1965), de Francisco Baños, y la Santa Faz (2008), de Francisco Huete.

María y la fe en Zaragoza

A diferencia de Jaén, Zaragoza ha inaugurado una exposición –también significativa– dedicada a “María, espejo de la fe”, y que se ha titulado Speculum. La muestra, instalada en el Museo Diocesano, reúne 60 obras, entre pintura y escultura, de parroquias de 19 localidades.

Speculum está articulada en dos bloques. Por un lado, La historia de María; por otro, María en la historia. “La primera se compone de pintura gótica, barroca, renacentista y neoclásica, además de una obra de 1944, de Alejandro Cañada, María al pie de la cruz, y en ella construimos la historia de María de Nazaret, comenzando por sus padres y pasando después por historias de su infancia, su matrimonio, la anunciación, la huida a Egipto…”, afirma el comisario de la exposición, Domingo Buesa.

Creo creemos, exposición en León

‘Creo, creemos’, la muestra de León

En la segunda, “recuperamos el concepto de la devoción y vocación popular”, fundamentalente de la propia Virgen como “icono de la sociedad europea”, según Buesa. Aquí se exhiben tallas que nunca habían salido de sus iglesias, como la Virgen de la Consolación, probablemente propiedad de Jaime I de Aragón (s. XIII); la Virgen con Niño de Villafeliche (s. XIV); o Nuestra Señora de Zaragoza la Vieja, del Burgo de Ebro (s. XIII).

Exposición “alegre” en León

La tercera exposición es la inaugurada en León. El delegado de Patrimonio Diocesano, Máximo Gómez Rascón, ha concebido en la iglesia románica de Palat del Rey –dedicada a espacio expositivo del obispado– la muesta Creo, creemos, a partir de 50 obras de arte procedentes también de parroquias de toda la diócesis y, en su mayoría, nunca antes expuestas.

“Es una exposición alegre y fácil de comprender. Es un título para implicar más la integración, para que el que viene a visitarla se sienta dentro de una iglesia, desde el punto de vista material, pero también desde lo místico. Aparte de los textos de Lumen Fidei, de la Liturgia de las Horas o del propio Catecismo, hemos puesto cuatro grandes paneles que explican en qué, en quién, por qué y cuáles son las razones de mi fe. En cierto modo, obligamos al visitante a interpelarse a sí mismo, una vez que ha podido dialogar con todas las obras de arte”.

jcrodriguez@vidanueva.es

En el nº 2.871 de Vida Nueva

Compartir