Los obispos catalanes apuestan por un perdón compartido

Núria Gispert, presidenta del Parlament de Cataluña, con las entidades cristianas que se han adherido al Pacto Nacional por el Derecho a Decidir

Invitan a que “se siga investigando la II República, la Guerra Civil, la Dictadura y la recuperación de la Democracia”

cardenal Lluís Martínez Sistach de Barcelona, Jaume Pujol arzobispo Tarragona y Joan Enric Vives arzobispo de Urgell, en la reunión Conferencia Episcopal Tarraconense octubre 2013

De izq. a dcha., el cardenal Sistach y los arzobispos Pujol y Vives

Los obispos catalanes apuestan por un perdón compartido [extracto]

JORDI LLISTERRI (BARCELONA) | “Conocer la verdad será una ayuda a la clarificación de la historia, conducirá a la paz y a la auténtica reconciliación entre todos los ciudadanos de nuestra tierra”. Esta es la invocación de los obispos catalanes para responder a la polémica sobre la necesidad de una petición de perdón de la Iglesia por su apoyo al régimen franquista.

Lo afirman en una nota conjunta aprobada en la reunión de la Conferencia Episcopal Tarraconense, celebrada los pasados días 30 y 31 de octubre en Tiana (Barcelona). Una reunión productiva en pronunciamientos, pues también recogió una dura nota contra algunos contenidos de 13tv, cadena de la que es accionista mayoritaria la Conferencia Episcopal Española (CEE).

Los obispos catalanes enfocan así el debate reabierto tras la ceremonia de beatificación de 522 mártires del siglo XX en España el pasado 13 de octubre en Tarragona. Por una parte, los prelados no niegan que la Iglesia haya cometido errores y, por ello, reafirman su mensaje publicado el 2011 en la carta pastoral Al servicio de nuestro pueblo: “No nos cuesta reiterar lo que ya habíamos afirmado: ‘Somos conscientes de las carencias y los errores que, como miembros de la Iglesia, hayamos podido cometer en un pasado más o menos lejano, y humildemente pedimos perdón’”.

Una petición de perdón que acompañan con el recordatorio de que, en “el pasado reciente, la Iglesia luchó decididamente a favor de la reconciliación, los derechos humanos y el restablecimiento de las libertades, en tiempos muy difíciles y mucho antes de la transición democrática”.

El cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, concretaba hace unos días esta aportación recordando que también durante el franquismo fue la Iglesia en Cataluña la que mantuvo la presencia pública y la transmisión de la cultura catalana: “La Iglesia era quien predicaba en catalán, confesaba en catalán, celebraba en catalán, y escribía en catalán”.

Por otra parte, la nota de los obispos se abre a una petición más explícita con el compromiso de “trabajar por la reconciliación entre todos los ciudadanos y por la curación de las heridas que aún pudieran quedar abiertas, y que habría que cerrar con la generosidad de todos”. Pero, para ello, solicitan “que se siga investigando el período histórico que incluye la II República, la Guerra Civil, la Dictadura y la recuperación de la Democracia”, de manera que haga posible un perdón compartido en una larga etapa con muchas luces y sombras.obispos catalanes en la reunión de la Conferencia Episcopal Tarraconense octubre 2013

Estos temas siempre son difíciles de cerrar definitivamente y, como muestra, la nota fue recibida al día siguiente con sendos editoriales opuestos en las principales cabeceras de Barcelona. Mientras La Vanguardia situaba a los obispos catalanes “a la vanguardia de una visión global e inclusiva de nuestro pasado más trágico”, El Periódico titulaba que “los obispos se han quedado cortos”.

Críticas a la televisión de la CEE

En lo que no hubo ningún matiz fue en el varapalo de los obispos catalanes a 13tv. Ya constaba su crítica explícita en los organismos de la Conferencia Episcopal Española a propósito del trato informativo que la cadena episcopal ofrecía sobre el momento político que se vive en Cataluña y sobre el tono general de algunos programas de debate. Pero, según escriben los mismos obispos en la nota conclusiva, “atendiendo a las quejas que recibimos de parte de muchos fieles”, decidieron hacer públicas conjuntamente sus objeciones.

Primero, lamentan “el clima de agresividad y la manipulación de contenidos que se están dando en algunos medios de comunicación del Estado español, sobre todo en relación a la situación política y social de Cataluña”.

Y, después, concretan su denuncia afirmando “que produce un grave escándalo en muchos miembros de la comunidad católica de nuestras diócesis, y también en nosotros mismos, el hecho de que el canal de televisión 13tv, que ha de respetar a las personas y a las instituciones según su ideario, en algunos de sus informativos y tertulias, opte por el desprecio, la descalificación e incluso el insulto”.

Más allá de los efectos que puede tener, la nota reconcilia a los obispos catalanes con representantes de sectores cristianos de varias tendencias que ya habían formulado públicamente la misma denuncia, como Josep Miró i Ardèvol, Josep Maria Carbonell, Eugeni Gay o Francesc Torralba.

Con este toque de atención, se repite la historia de las numerosas quejas que recibió en su momento la COPE de Federico Jiménez Losantos, con el entonces arzobispo de Barcelona, el cardenal Ricard Maria Carles, liderando esas críticas.

En el nº 2.850 de Vida Nueva.

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