Los obispos europeos apelan a la caridad como testimonio de fe

J. L. CELADA | Los representantes del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) se acaban de reunir en la localidad italiana de Trieste, entre el 4 y el 6 de noviembre, para reflexionar sobre Fe y Caridad, porque la labor caritativa de la Iglesia constituye “una expresión, una necesidad y una respuesta a la fe en Cristo, y no un área separada de la vida comunitaria de la Iglesia confiada solo a especialistas”, aseguró el secretario general de este organismo episcopal, el portugués Duarte da Cunha.

El encuentro tuvo lugar en la diócesis que pastorea el actual presidente del CCEE, Giampaolo Crepaldi, y –según un comunicado dado a conocer con tal motivo– pretendía lanzar un claro desafío: “Volver a despertar el corazón de la persona humana tocado por la caridad de la Iglesia”, algo muy acentuado y que figura “en la base de la evangelización entendida como testimonio de fe y de caridad”, como recuerda a menudo el papa Francisco.

En la actual coyuntura mundial, muchos se dirigen a las Iglesias y sus instituciones en busca de ayuda material y espiritual, pero el apoyo que se les presta no es “mera filantropía o proselitismo, ni mucho menos el resultado de una estrategia de comunicación o de márketing”, advierten desde el CCEE. “En primer lugar –añaden–, acontece la fe”.

Esta nueva cita de los episcopados europeos, organizada por el propio CCEE con la colaboración del Pontificio Consejo Cor Unum, tenía también como objetivo “poner de relieve cómo el obispo, maestro de la fe, está llamado a ser un maestro en la caridad”.

Expertos universitarios y representantes locales compartieron sus reflexiones con los participantes, entre los que figuraban el cardenal Robert Sarah, presidente de Cor Unum, y el cardenal Angelo Bagnasco, arzobispo de Génova y vicepresidente del CCEE.

En el nº 2.870 de Vida Nueva

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