Los indígenas mexicanos podrán celebrar la fe en sus lenguas

GILBERTO HERNÁNDEZ GARCÍA (MÉXICO) | El obispo de la diócesis mexicana de San Cristóbal de Las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel, dio a conocer recientemente que el papa Francisco ha concedido la aprobación de las fórmulas sacramentales en tseltal y tsotsil para el bautismo, la confirmación, la eucaristía, la confesión, la unción de los enfermos y la ordenación.

“Las fórmulas son las palabras centrales de cada sacramento, como: ‘Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo’; o las de la Misa: ‘Tomen y coman, esto es mi Cuerpo que se entrega por ustedes’”, aclaró el prelado.

En su opinión, se trata de “un reconocimiento del trabajo que hicimos por llegar a tener una traducción aprobada por la Iglesia” del tseltal, idioma que solo se habla en su diócesis por casi medio millón de personas, y del tsotsil, que también emplean en la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez unos 350.000 indígenas. “Durante largos meses –desveló el pastor–, equipos de traductores de ambos idiomas trabajaron intensamente para poner en esas lenguas los textos litúrgicos”.

Arizmendi explicó que en tres ocasiones vinieron a Chiapas representantes de la Conferencia Episcopal, especialistas en Biblia, liturgia, doctrina de la fe y cultura, para revisar que las traducciones no se desviaran de los textos oficiales; después, fueron presentadas y aprobadas por unanimidad en asambleas plenarias del Episcopado; más tarde, fueron enviadas a Roma (a las congregaciones para el Culto Divino y Doctrina de la Fe) para su reconocimiento. Finalmente, tras todas estas revisiones, la última palabra la tenía el Papa, para dar la aprobación definitiva, “y el papa Francisco nos la ha concedido”.

“Esto –concluyó Arizmendi– es motivo de gran gozo y esperanza para nuestro pueblo, que le da confianza de que su idioma es reconocido por la Iglesia y que se puede usar en las celebraciones con toda seguridad, tanto en lo doctrinal como en lo cultural”.

Las restantes traducciones del Ordinario de la Misa y de los Sacramentos están siguiendo un proceso semejante, aunque no precisan de la aprobación papal, sino simplemente de la Congregación para el Culto Divino que ahora las está estudiando.

En el nº 2.868 de Vida Nueva

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