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La lectio divina ayer y hoy


Un libro de Antonio María Martín (Verbo Divino, 2013). La recensión es de Enrique Cabezudo Melero

La lectio divina ayer y hoy, Antonio María Martín, Verbo Divino

Título: La lectio divina ayer y hoy. Principios y desarrollo histórico

Autor: Antonio María Martín

Editorial: Verbo Divino, 2013

Ciudad: Estella, Navarra

Páginas: 296

ENRIQUE CABEZUDO MELERO | Antonio María Martín Fernández-Gallardo es un monje cisterciense de Dueñas, que estuvo presente en los primeros pasos de la fundación del monasterio de Hornachuelos en Córdoba. Ha publicado obras sobre dos temas: san Rafael Arnáiz y la lectio divina. A este segundo asunto le dedicó ya hace años un libro editado por Monte Casino: La Scala claustralium de Guigo II el Cartujo. Experiencia y método de la lectio divina (Zamora, 1994).

Ahora ha publicado en Verbo Divino un magnífico estudio divulgativo titulado La lectio divina ayer y hoy. Principios y desarrollo histórico, en el que no se limita a hacer un estudio analítico, muy documentado, de la evolución histórica del método de la lectio divina desde sus orígenes en la sinagoga judía hasta nuestros días, sino que, mediante este recorrido histórico, va haciendo teología espiritual sobre el encuentro del hombre con la Palabra de Dios y moviendo al lector al deseo de adentrarse en la lectura orante de la Biblia.

En este sentido, la obra ha de ser considerada como un libro de espiritualidad que estimula a centrar la vida espiritual en el encuentro con la Sagrada Escritura. Sorprende gratamente que un libro tan erudito tenga un estilo claro y sencillo, que hace su lectura fácil y atractiva.

La introducción (“El despertar del alma”), a cargo de Marta Jiménez Rodríguez, contiene en pocas páginas una excelente síntesis de teología sobre la Palabra de Dios. De ella dicen las líneas de presentación que “más que una introducción al libro es una introducción a una lectio divina que tome en serio el carácter divino de la Palabra y de una historia sagrada que traza nuestra propia historia”. Ciertamente, esta introducción enriquece una obra de por sí preciosa, y constituye un excelente artículo digno de ser leído y meditado cuidadosamente.

El libro tiene dos grandes partes: una dedicada a la época patrística y medieval y otra a la situación actual. En la primera, el autor nos explica con detenimiento la evolución del modo de leer la Palabra de Dios en sus dos grandes líneas: la lectio docta, de la que surgieron los grandes comentarios bíblicos de la antigüedad; y la lectio indocta, vigente en los ambientes monásticos y ascéticos donde se leía y se rumiaba, se meditaba, la Palabra mediante la recitación oral.

Expone la enseñanza de muchos autores, entre los que destacan san Jerónimo, Casiano, san Juan Clímaco y la Regla de san Benito. Al estudiar el período medieval, examina la práctica de los monjes y la sistematización de los sentidos de la Escritura en las escuelas y en las nacientes universidades; se detiene en los modos de leer la Escritura de los monjes de Laon, de san Víctor de París y de los nuevos teólogos como Hugo de san Víctor y Guillermo de Saint Thierry.

Finalmente, dedica amplio espacio a examinar la sistematización realizada a partir de la lectio escolástica por Guigo II el Cartujo, que fijó los cuatro pasos del método en lectura, meditación, oración y contemplación.

Renacer del Vaticano II

Tras la gran decadencia de la espiritualidad centrada en la Palabra de Dios que se produjo a partir del siglo XIII, el autor examina cuidadosamente el renacimiento provocado por el Concilio Vaticano II, que hunde sus raíces en el levantamiento de la prohibición de traducir la Sagrada Escritura en 1757, realizado por Benedicto XIV, y que dio lugar en España a las primeras traducciones católicas de la Biblia a cargo de Felipe Scio de San Miguel y J. M. Petisco y Félix Torres Amat, en el siglo XIX, y de Eloíno Nácar y Alberto Colunga en 1945, seguidas por las innumerables traducciones actuales.

La renovación de las antiguas tradiciones monásticas y el movimiento litúrgico, en un lento proceso que se prolonga hasta bien avanzado el posconcilio, ha causado la reintroducción del método en los monasterios, haciendo que la lectio divina sea de nuevo el elemento esencial de la vida monástica.

El Concilio Vaticano II recogió todas estas corrientes de renovación y las integró en su proyecto de adaptación de la Iglesia a los tiempos modernos. El Sínodo de 2008 marcó un nuevo impulso, al pedir que se dé “un amplio espacio, con sapiente equilibrio, a los métodos y a las nuevas formas de lenguaje y comunicación en la transmisión de la Palabra de Dios”.

Hoy en día no se puede hablar de evangelización sin tener en cuenta la lectio divina. Han surgido muchos métodos nuevos, como los círculos bíblicos y la lectura popular de la Biblia, y se hace lectio divina individual y comunitariamente.

Corrientes y métodos

Finalmente, el autor expone las principales corrientes y métodos actuales de la lectio divina. Analiza la actividad del CEBIPAL (Centro Bíblico Pastoral de América Latina), los métodos de los lectionautas, el Lumko sudafricano en siete pasos, el método asiático de la ASIPA, el método de Taizé con sus estribillos musicales repetitivos.

También dedica un amplio espacio a los diversos enfoques de la nueva lectio docta de Enzo Bianchi, Mario Masini, Inocenzo Gargano, Carlo Maria Martini, y a los métodos sintéticos de Giorgio Zevini, Antonio Izquierdo y García M. Colombás.

Concluye con un capítulo dedicado a algunas cuestiones al hilo de la historia: sobre si la lectio divina es un método de oración, su carácter de didaskalia o “enseñanza”, su relación con la liturgia de las horas y la liturgia de la Palabra, la relación entre la lectura individual y comunitaria, la relación con la exégesis y el carácter mariano del método, así como una referencia a la contemplación y la escatología.

Para acabar, podemos decir que, aunque el libro parece pequeño y centrado en temas de erudición, para el lector resultará de gran provecho espiritual. Más que felicitar al autor, hay que felicitarse de que haya escrito esta obra.

En el nº 2.867 de Vida Nueva.

Actualizado
17/10/2013 | 21:37
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