Editorial

¿Otro cine religioso?

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EDITORIAL VIDA NUEVA | Ya sea por la crisis económica o de ideas, el caso es que el cine no vive una etapa demasiado floreciente. Y a ello no escapa el cine religioso (o espiritual, prefieren llamarlo algunos), más sometido que otras producciones al doble juicio de la calidad (narrativa y visual) y de la obligada transmisión de valores.

¿Por qué cuesta tanto conjugar ambos aspectos? Gentes del ámbito cinematográfico y creyente consultadas por Vida Nueva reconocen que “hay de todo”, pero sus respuestas apuntan también posibles causas de ese preocupante desencuentro entre fondo y forma que exhiben no pocas películas: el exceso de “didactismo”, una clara vocación “mensajística”, “fórmulas caducas” o cierto “complejo” a la hora de promocionar historias que ya son atractivas por sí mismas.

¿La solución? Se antoja compleja. Que la Iglesia apueste por un diálogo más abierto con el mundo de la cultura bien puede ser el primer paso.

En el nº 2.866 de Vida Nueva. Del 11 al 17 de octubre de 2013.

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