‘Gravity’: salto al vacío

escena de la película Gravity

escena de la película Gravity

J. L. CELADA | Dos astronautas a la deriva (Sandra Bullock y George Clooney), en busca de un asidero salvador con el que atrapar también la última esperanza de regresar con vida a la Tierra, son los únicos protagonistas de esta odisea espacial titulada Gravity. Un salto al vacío técnico que dejaría sin aliento al mismísimo Isaac Newton o al maestro Kubrick, padre de uno de los títulos de culto de la ciencia ficción.

Alfonso Cuarón –tan reconocido por Y tu mamá también (2001) como cuestionado por Harry Potter y el prisionero de Azkaban (2004)– nos narra aquí la evacuación de emergencia de una misión de la NASA desde un punto de vista absolutamente hipnótico: el visor del casco de esa pareja de supervivientes. A través de su minúsculo ventanal, nos asomamos al precipicio de una situación fuera de control. Una aventura al límite, que la tecnología 3D –nunca antes tan justificada y necesaria– nos permite gozar (y sufrir) en primera persona.

Parapetado tras sus gafas, el espectador no solo esquiva los impactos de la basura espacial, sino que experimenta como propias la fragilidad humana ante la inmensidad del universo, la inquietud que suscita el silencio cuando cada impulso vital depende de una respuesta desde Houston (transmisión “a ciegas”, llaman técnicamente al eco de sus palabras), la ingravidez como plácida amenaza…

La cámara del realizador mexicano recurre a emplazamientos insospechados para hacernos sentir cómo, a falta de presión atmosférica, la arterial se dispara por momentos, sobresaltada por el vertiginoso ritmo de una reacción en cadena que no concede respiro.escena de la película Gravity

Por el camino, asistimos a un despliegue visual de extraordinaria belleza, felizmente secundado por el esfuerzo interpretativo de Clooney (no muy lejos de sus registros habituales de cínico granuja) y, sobre todo, de Bullock (contenida y madura), que se enfrentan al desafío de escenificar su drama maniatados por un traje que limita los gestos y movimientos corporales con evidente perjuicio de la expresividad. Sin embargo, este obstáculo en modo alguno resta emoción a la historia, que nos regala interesantes destellos de humanidad.

No es esa su mejor baza –al menos, la más lograda–, pero ni los impecables efectos especiales de Gravity pueden ocultar la intención (el corazón) que late bajo tal derroche de medios. En el nuevo trabajo de Cuarón, flotan los personajes… y los sentimientos. Porque la bóveda celeste se ve surcada también por ‘meteoritos’ demasiado terrenales: la necesidad de soltar lastre, el miedo a morir, la tentación de huir del mundo… Así, hasta despejar cualquier duda y alcanzar el convencimiento postrero y redentor de que, para vivir, lo primero que hay que hacer es querer.

Vayan a ver esta película. No importa que padezcan claustrofobia, vértigo o incluso cierta alergia al género. Gravity es cine en estado puro: tensión, entretenimiento, espectáculo… Ah, y de propina, quizás descubran, al fin, la utilidad del 3D.

FICHA TÉCNICA

TÍTULO ORIGINAL: Gravity.

DIRECCIÓN: Alfonso Cuarón.

GUIÓN: Alfonso Cuarón y Jonás Cuarón.

FOTOGRAFÍA: Emmanuel Lubezki.

MÚSICA: Steven Price.

PRODUCCIÓN: Alfonso Cuarón y David Heyman.

INTÉRPRETES: Sandra Bullock, George Clooney.

En el nº 2.866 de Vida Nueva

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