EDITORIAL VIDA NUEVA | Aunque al cierre de esta edición se desconocían las conclusiones alcanzadas por el ya instituido consejo de cardenales, cuya primera sesión ha tenido lugar en Roma del 1 al 3 de octubre, es evidente que está en marcha la reforma de la Curia que venía anunciando el papa Francisco.
Y, lo que es más significativo, con ella se plasma un nuevo estilo en el gobierno eclesial, apostando de un modo claro por la colegialidad. El Papa, consciente de la implicación real de la universalidad de la Iglesia (con la enorme diversidad de los contextos en los que se hace presente y con la riqueza de los carismas que la componen), quiere escuchar a todos.
Así, es de esperar que, ante la gran y más profunda reforma que se avecina (y que irá mucho más allá de las simples estructuras), el sucesor de Pedro gobierne de la mano de todos los que, de un modo vivo y dinámico, componen la comunidad eclesial: eclesiásticos, religiosos y laicos.
En el nº 2.865 de Vida Nueva. Del 5 al 11 de octubre de 2013.
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