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La comunicación humana: una ventana abierta


Un libro de Carlos Alemany (Desclée De Brouwer, 2013). La recensión es de Juan Fco. Sampedro de la Torre

La comunicación humana: una ventana abierta, libro de Carlos Alemany, Desclée de Brouwer

Título: La comunicación humana: una ventana abierta

Autor: Carlos Alemany

Editorial: Desclée De Brouwer, 2013

Ciudad: Bilbao

Páginas: 224

JUAN FCO. SAMPEDRO DE LA TORRE | En la era digital, saturados de redes sociales, contactos permanentes y cientos de amigos virtuales que apenas si nos dejan hablar con el que tenemos a nuestro lado, Carlos Alemany presenta una fresca y profunda reflexión sobre la comunicación humana que nos ayuda a replantear cómo dialogamos con nosotros mismos y con los demás.

stamos ante una obra que nos pone más ante una búsqueda de un núcleo personal que ante una búsqueda del otro, con la idea de base de que esta búsqueda solo es posible si logramos aquella.

Todo cuanto hacemos con los otros es comunicación, juego intercambiable de emisores y receptores en el que nos jugamos mucho; y todo es incomunicación, pues en la aldea global no pocas veces nos encontramos con el hombre urbano que ha perdido la espontaneidad de la relación y el gozo del encuentro.

Aborda el autor el complejo mundo de la comunicación en sus diferentes perspectivas:

  • La comunicación no verbal, todos los acontecimientos de la comunicación humana que trascienden las palabras dichas o escritas, que es bueno conocer, observar e interpretar para reducir la ambigüedad del lenguaje.
  • La comunicación interpersonal, que tiene en la autorrevelación y el feedback algunos de los aspectos esenciales dignos de aprender y manejar. Solo un adecuado uso de esta comunicación nos puede llevar a unas relaciones en las que crezca cada día más la intimidad con los otros.
  • La comunicación intrapersonal, en la que una parte de mí se comunica con otra parte de mí; la razón con los sentimientos, los deseos con la somatización, la angustia internalizada…, el diálogo interno o autocomunicación que me permite estar en sintonía conmigo mismo, ser sensible a mis sentimientos y a mis percepciones, clave para establecer sanas comunicaciones con los demás. Y es que, citando a Antonio Gala, “lo que tenéis que hacer para alcanzar la plenitud es escuchar vuestra voz interior… Si nosotros no solo la oímos, sino que la vivimos, será más fácil que nos comuniquemos lo unos a los otros…”.
  • La escucha, que para ser útil debe liberarse de las barreras cognitivas (prejuicios), las barreras físicas (cansancios) y las barreras emocionales (implicaciones excesivas o bloqueos).
  • Y la respuesta empática, enseñándonos a establecer “respuestas intercambiables” para responder a la vez a los contenidos y a los sentimientos de los otros.

Por último, destacar que a lo largo de la obra se encuentran ejercicios que permiten profundizar en el contenido leído.

En el nº 2.865 de Vida Nueva.

Actualizado
04/10/2013 | 01:08
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