Álvaro Rodríguez Echeverría: “La Iglesia está redescubriendo la importancia de los jóvenes”

Superior general de los Hermanos de La Salle

Álvaro Rodríguez Echeverría, superior general de los Hermanos de La Salle

ÓSCAR ELIZALDE. Fotos: LA SALLE | Desde hace trece años, el hermano Álvaro Rodríguez Echeverría, de origen costarricense, es el superior general de los Hermanos de La Salle. Su sensibilidad por el tema de los jóvenes deriva de su vocación de hermano, vivida con intensidad durante la reciente JMJ de Río. De ella, y también de sus esperanzas frente a las posibilidades de revitalización de la Iglesia de la mano de la juventud, habló con Vida Nueva.

PREGUNTA.- ¿Qué características de la juventud le llaman más la atención?

RESPUESTA.- He visitado más de 80 países y, para mí, un descubrimiento que me emociona y ayuda a comprender el papel de los jóvenes en estos tiempos es el de su generosidad y actitud abierta. A diferencia de hace 10 o 20 años, hoy están mucho más abiertos a la espiritualidad, con todas las ambigüedades que esto pueda tener. En el pasado, algunas experiencias me enseñaron que lo que más les motivaba era la transformación de la sociedad, el compromiso con los pobres. Hoy están como en búsqueda de algo que los llene, como sintiendo un vacío existencial y buscando respuestas a sus inquietudes. Ni lo de ayer ni lo de hoy es lo mejor, pero es un signo de los tiempos que hay que equilibrar.

Una juventud en positivo

P.- Desde esta mirada, ¿qué pueden ofrecer los jóvenes a la Iglesia hoy?

R.- La Iglesia está redescubriendo la importancia de los jóvenes. Juan Pablo II decía que los mejores apóstoles de los jóvenes son los jóvenes. Este es un asunto fundamental, porque el joven está más cercano al joven, vive las mismas problemáticas y puede prestarle una ayuda más eficaz, de mayor cercanía. Tengo mucha confianza en los jóvenes de hoy.

P.- Dicen que Francisco está rejuveneciendo a la Iglesia. ¿Cómo percibe este momento de renovación con un Papa latinoamericano y una JMJ en Latinoamérica?

R.- Estamos viviendo un momento privilegiado. Francisco, en casi todas sus intervenciones, tiene una palabra para los jóvenes y, sobre todo, una invitación a no dejarse robar la esperanza. Su mensaje es muy importante porque los jóvenes tienden a buscar algo más, no están satisfechos, están abiertos a los valores espirituales, pero a veces eso los lleva a vivir un poco encerrados en sí mismos, a buscar comodidad y a entender la paz como “no tener problemas”.

Entrevista con Álvaro R. Echeverría [íntegro solo para suscriptores]

En el nº 2.863 de Vida Nueva

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