Carlos Aguiar: “Hay que pasar de la mera tradición a una cultura cristiana”

Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM)

Carlos Aguiar, presidente del CELAM

FELIPE J. MONROY, director de Vida Nueva México | La Iglesia en América Latina sigue siendo una gran riqueza para la cultura cristiana del mundo, pero no es ajena a los fenómenos globales. Enfrenta retos mayúsculos para demostrar que su mensaje continúa vigente y es imprescindible para recobrar el sentido trascendente del ser humano.

En este contexto, el arzobispo de Tlalnepantla (México) y presidente de la Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), Carlos Aguiar Retes, anticipa que el cambio que vive la Iglesia será complejo, pero es imprescindible para dar respuesta a situaciones como la pérdida de fieles, el descenso en las vocaciones y la cada vez mayor exigencia de apertura a los fenómenos sociales que la gente pide al catolicismo.

PREGUNTA.- ¿Qué significan hoy la misión y el discipulado surgido de la Conferencia de Aparecida para la Iglesia en el continente?

RESPUESTA.- Creo que está en la conciencia de muchos agentes de pastoral que ese es el rumbo. Estamos en un esfuerzo de transición que implica la renovación pastoral. Debemos pasar del funcionamiento de una Iglesia dentro de un mercado religioso a ser una Iglesia comunidad de discípulos de Cristo. Podemos ser una comunidad de discípulos de Cristo. Es un fenómeno que estamos viendo principalmente en las zonas urbanas. Sucede que la gente ahora va a donde quiere ir, va a donde está mejor, donde se le da mejor servicio, donde hay mejor coro, mejor catequesis, donde está más lindo para contraer matrimonio, en fin… No hay identidad parroquial, porque es un supermercado religioso. Creo que hay que pasar de la mera tradición a una cultura cristiana; a ser, conscientemente, una opción de Jesús, del seguimiento de Cristo y de la incorporación plena a una comunidad.

P.- ¿Qué le ha dejado la experiencia de la JMJ en Río?

R.- La JMJ en Río de Janeiro ha expresado el vigor de la fe y su vigencia en el mundo de hoy. Especialmente los jóvenes representantes de las nuevas generaciones que han nacido y crecido en un mundo global, pluricultural y de gran movilidad humana, han dado testimonio de la importancia de la fe en sus vidas, de la alegría y entusiasmo que suscita el poner en común su seguimiento a Jesucristo. Artífice cualitativamente significativo ha sido Francisco, que ha conquistado a los jóvenes con su sencillez y con los gestos de entrega generosa por los que más sufren. Verdaderamente, el papa Francisco es una bendición para la Iglesia del siglo XXI.

Entrevista con Carlos Aguiar [íntegra solo suscriptores]

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En el nº 2.862 de Vida Nueva

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