'El llanero solitario': Hacer justicia

F.OTERO | Quizás haya leído antes que esta otras críticas a esta película. Comentarios que no dejan en buen lugar ni al director, Gore Verbinski, ni al rostro y estrella de este filme producido por Disney, Johnny Depp. Y si ha acudido a las reseñas estadounidenses, nacionalidad de la cinta y origen de la historia, la calificación todavía es peor.

Tanto es así que algunos atribuyen el batacazo en taquilla en el país de los Oscars, el propio Depp es uno de ellos, a la mala prensa. Y, la verdad, con los precios de las entradas por las nubes, uno se piensa mucho si va a ver o no una película. Si encima nos dicen que es muy mala, la deliberación se acaba rápido. Lo que no está claro es si las críticas le hacen o no justicia, precisamente, tema central de la película.

Sin embargo, esta producción que recuerda, salvando las distancias, a la exitosa Piratas del Caribe, merece ser juzgada en un contexto concreto: la mezcla entre cine de verano –se estrenó el pasado 23 de agosto– y de entretenimiento. Y creo que este cometido lo logra muy bien: entretiene, hace reír, contagia con el ritmo de la música y ofrece algunas pinceladas históricas que ponen en duda a la gran nación americana, sobre todo a aquellos que se aprovechaban de ella para hacer negocio, y que probablemente, dicen algunos entendidos, no ha hecho mucha ilusión al ciudadano medio estadounidense.

Lo cierto es que, como el propio título indica, el filme cuenta la historia del Llanero Solitario, aquel aventurero del serial radiofónico del mismo nombre, un hombre culto y de ley que quiere impartir justicia sin el uso de la fuerza o las armas y que se da de bruces con una realidad salvaje, marcada por la codicia, el odio y la falta de escrúpulos.

Al Llanero Solitario ayuda Tonto (Toro en la cinta en español), un indio comanche interpretado por Depp que busca resarcirse de una traumática experiencia de infancia. Ambos, junto con el caballo blanco Silver, serán los encargados de perseguir a los malhechores e intentar que no prevalezca la tiranía, la violencia y los abusos de poder. Toda la acción se desarrolla en torno a la expansión del ferrocarril, un gran acierto, y tiene en cuenta, además, los acuerdos y conflictos con los indios comanches, que viven al otro lado del río.

Se le pueden criticar muchas cosas, entre ellas, un excesivo metraje y algunas incongruencias en el guion, pero, en líneas generales, El Llanero Solitario es un obra de entretenimiento digna. No será la mejor película de la historia ni el mejor western, faltaría más, pero cumple y es perfecta para dedicar una tarde tras el duro regreso de las vacaciones. Le hará sonreír y le mantendrá entretenido, que para eso también está el cine.