Francisco, a los jóvenes argentinos: “¡Hagan lío!”

El Papa pide que la Iglesia “salga fuera” y que “no licúen la fe”


MIGUEL ÁNGEL MORENO | Francisco pidió un “lugarcito” para encontrarse con los jóvenes argentinos en la Jornada Mundial de la Juventud y se encontró con 40.000 jóvenes argentinos que durmieron en los alrededores de la Catedral Metropolitana de San Sebastián de Río de Janeiro para encontrarse con él, de los cuales la mayoría (30.000) tuvieron que quedarse fuera.

Ante este auditorio “local”, Francisco decidió no utilizar papeles ni discurso escrito, pero llegó con las ideas muy claras para dejar tres mensajes contundentes: la exigencia de salir de las parroquias a la calle, de “hacer lío” en las diócesis; la precaución ante una sociedad que ataca a “los dos extremos” de su cuerpo vivo, los jóvenes y los ancianos; y el llamamiento a “no licuar” la fe, a vivirla en su integridad.

Un gesto fuera de agenda

A la llegada del Papa, el Pontífice recibido por los jóvenes con un canto Una nueva civilización que fue el himno de la Jornada Mundial de la Juventud de Buenos Aires, celebrada en 1987. Con la llegada de Francisco, que apenas hacía una hora que había estado en la favela de Manguinhos, comenzó la locura de los argentinos congregados en la Catedral.

El arzobispo de la diócesis argentina de Santa Fe y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, José María Arancedo, fue el encargado de dar la bienvenida al Papa y agradecerle este “gesto fuera de agenda” para encontrarse con la juventud argentina.

“Queremos agradecerles sus palabras, gestos, cercanía y presencia, que han marcado al mundo”, dijo Arancedo, que levantó los aplausos de los presentes al recordar que los jóvenes habían pasado la noche en vela para esperar la llegada del Pontífice. “Esta juventud aspira a construir el mundo más justo, solidario y fraterno del que nos habló ayer en Aparecida. Para ello quieren ser discípulos de Jesucristo”, remarcó.

“Espero lío en las diócesis”

Francisco agradeció a quienes hicieron posible el encuentro con los peregrinos argentinos. “Gracias a los que están adentro y a los 30.000 que están afuera con la lluvia”, dijo el Pontífice, que rápidamente se puso a decirle a los jóvenes qué es lo que esperaba de ellos en esta Jornada Mundial de la Juventud.

“Espero lío. Aquí en Río Janeiro sé que va a haber, pero quiero lío en las diócesis, quiero que se salga fuera. Quiero que la Iglesia, las parroquias, los colegios salgan a la calle”, exclamó el Papa con fuerza, pidiendo a los jóvenes que salieran de “la mundanidad, la instalación, el clericalismo”, de “estar encerrados” en sí mismos. “Las iglesias son para salir, si no salen se convierten en una ONG. Y la Iglesia no es una ONG”, recalcó.

“Que me perdonen los obispos y los curas si les arman lío a ustedes, pero es el consejo que les tengo que dar”, se excusó con humor el Papa.

Una civilización “pasada de rosca”

Francisco fue muy duro con el sistema social mundial, que a su juicio está “pasado de rosca”, como expresó en un lenguaje bien juvenil. “Es tal el culto que ha hecho al dios dinero, que estamos presenciando una filosofía y una praxis de exclusión de dos polos de la vida en sociedad, que son los jóvenes y los ancianos”, aseguró, en lo que describió como una “eutanasia escondida”, que no solo trata de eliminar a los más mayores, sino de restarles su derecho a opinar y a ser sujetos activos en la sociedad.

“Ustedes y los ancianos están condenados al mismo destino: exclusión. No se dejen excluir. ¿Está claro? Por eso, pónganse a trabajar”, encargó el Papa a la juventud argentina, a la que pidió salir a “luchar por esos valores”.

También tuvo mensajes para los más mayores: “Abran la boca y transmítannos la sabiduría”, dijo Francisco, que pidió específicamente a los ancianos argentinos que “no claudiquen” de ser “la reserva de la sociedad”, y de transmitir la memoria, la historia y las costumbres. “Y ustedes –recordó el Papa a los jóvenes- déjenles hablar”.

“No licúen la fe en Jesucristo”

El Papa, siempre en un lenguaje distendido, fue muy punzante en su mensaje: “la fe en Jesucristo no es una broma, es algo muy serio. Es un escándalo que Dios venga a ser uno de nosotros, y que muera en la cruz. Es el escándalo de la cruz, la cruz sigue siendo escándalo”, dijo Francisco, que pidió a los jóvenes que no desvirtúen la fe en Cristo.

“Por favor, no licúen la fe en Jesucristo. Hay licuados de naranja, manzana… Pero no tomen licuados de fe. La fe es entera, no se licúa, es la fe de Jesús. Es la fe del dios hecho hombre, que murió por mí y por todos”, agregó Bergoglio, que fuera hasta hace pocos meses el pastor de la Iglesia bonaerense.

Para concluir, el Papa recomendó a los jóvenes dos lecturas: las Bienaventuranzas, y el capítulo 25 del Evangelio según San Mateo (el que incluye la parábola de las vírgenes, la de los talentos, y el relato del juicio). “Con esas dos cosas tienen el programa de acción, no hay otra cosa”, sentenció.

También tuvo un momento más reposado en el que el Papa agradeció la cercanía y lamentó que estuvieran “enjaulados”.
“Pero les digo una cosa, yo por momentos siento: ¡qué feo es estar enjaulado!, se lo digo de corazón. Me hubiera gustado estar más cerca, pero comprendo que por razón de orden no se puede”, reconoció Francisco, más porteño que nunca en sus expresiones, que concluyó con su latiguillo más famoso, aquel en el que pide que recen por él. “Se lo digo de corazón, gracias por su oración”, finalizó.

Bendición de un icono y de la Virgen de Luján

Al terminar el encuentro, el Papa bendijo un icono de un Cristo crucificado y una imagen de la Virgen de Luján, la patrona de Argentina, de la que ya había reparado su presencia al entrar en la Catedral y que besó nada más acercarse al altar.

“Que los hijos sean misioneros como ella. Que nos enseñe a salir a la calle, a salir de nosotros mismos”, dijo al bendecir la imagen de Nuestra Señora de Luján, que recorrerá Argentina, según dijo el Pontífice. Lo mismo hizo con el icono del Cristo: “Señor, vos sos el escándalo, el escándalo de la cruz. Bendecimos esta imagen de la cruz, que recorrerá el país”.

Inauguración de la JMJ, esta noche

Después de tres días en Río de Janeiro, por fin el Papa inaugurará el que es el motivo principal de su visita: la Jornada Mundial de la Juventud. Será esta noche en la playa de Copacabana, cuando el Pontífice tendrá el primer contacto directo con los jóvenes peregrinos.

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