Stefano Nastasi: “œEspero que ahora se afronte la inmigración de manera responsable”

papa Francisco con inmigrantes en Lampedusa 8 julio 2013

Entrevista con el párroco de Lampedusa después de la visita del Papa

Stefano Nastasi, párroco de Lampedusa

Lampedusa: una visita que ya agita conciencias€ [extracto]

DARÍO MENOR | Poco después de la elección de Jorge Mario Bergoglio como papa, Stefano Nastasi, párroco de Lampedusa, le escribió una carta invitándole a viajar a esta pequeña isla italiana que, por su situación en medio del Mediterráneo, se ha convertido en uno de los símbolos de la inmigración. Nastasi, que nunca creyó que la visita fuera a producirse, dice que tras ella no se olvidará el drama de Lampedusa, y espera que se afronte esta cuestión de manera responsable.

PREGUNTA.- Padre, no pudo aguantar las lágrimas cuando vio que Francisco iba a desembarcar en el muelle del puerto de Lampedusa…

RESPUESTA.- Sí, me puse a llorar al ver que se acercaba. Estaba muy conmovido cuando vi que el Santo Padre estaba de verdad en la isla, que llegaba al puerto. En ese muelle he vivido momentos muy intensos. Algunos de alegría, como ver al Papa entre nosotros, y otros muchos de tristeza, pues allí ha sido donde, durante años, hemos acogido y recuperado a los inmigrantes que llegaban a Lampedusa. Algunas veces, por desgracia, ya estaban muertos, y el muelle era el lugar donde se descargaban sus cuerpos. De ahí venía mi conmoción, de la mezcla entre la alegría y el dolor por un mismo lugar.papa Francisco con inmigrantes en Lampedusa 8 julio 2013

P.- ¿Cómo se les ocurrió utilizar la madera de las embarcaciones de los inmigrantes para fabricar el báculo y el ambón que utilizó el Papa?

R.- Nos avisaron de la visita un par de días antes de que se hiciera oficial y nos pidieron que hiciéramos algo muy sencillo, sin grandes gastos. Decidimos reciclar los materiales que tenemos, como la madera de esas embarcaciones. Algunos dijeron que con la imagen tan potente del Papa en el ambón donde habíamos puesto el timón, parecía que él nos guiaba, pero la interpretación es errónea. La que nos guía en el camino de la vida es la Palabra de Dios. Ese es el significado que queríamos transmitir, que el Señor es el que guía nuestra navegación por la vida.

Un acto muy emotivo

P.- ¿Cómo vivieron la visita los inmigrantes?

R.- Con una gran emoción. Les invitamos a todos unos días antes, diciendo que podían venir con la máxima libertad. Algunos se prepararon bien para esta visita, que no imaginaban nunca que podría producirse.

P.- Y usted, ¿se lo imaginaba? Había escrito a Francisco invitándole a Lampedusa…

R.- Yo tampoco creí que fuera a venir. También le escribí a Benedicto XVI invitándole, pero usé una fórmula diferente, era una carta casi privada. Luego tuve la posibilidad de verle en Roma y manifestó un gran afecto para todos los lampedusanos. Aunque no vino, tuvo un gran reconocimiento con nosotros, dijo que no estábamos solos.

P.- ¿Y con Francisco, qué fórmula utilizó para la carta?

R.- Era un texto en que le manifestaba mis mejores deseos para su ministerio petrino y le contaba cómo es la situación que vivimos aquí. En la última parte de la carta, le invitaba a que viniera a Lampedusa. Pensaba que él, que es descendiente de emigrantes italianos que fueron a Argentina, podía entender bien el sufrimiento y las dificultades de los inmigrantes que llegan a esta isla.

P.- ¿Qué le dijo el Papa cuando habló con usted?

R.- Fueron cosas personales, pero puedo decir que me animó para que siguiéramos adelante. Me dijo que éramos un pueblo muy cálido, y yo le contesté que así son los sicilianos. Lo mismo ocurre con los españoles. Le comenté que aquí el sol golpea muy fuerte, también desde el punto de vista humano.papa Francisco con inmigrantes en Lampedusa 8 julio 2013

Salir de la indiferencia

P.- ¿Con qué mensaje se queda de la homilía de Francisco?

R.- Con su invitación a salir del clima de indiferencia para poder ser capaces de comprender al prójimo y tratarle con ternura.

P.- ¿Estaba preparado el momento en que el muchacho eritreo le contó al Papa su experiencia como emigrante?

R.- Fue algo espontáneo. El chico quiso darle un papelito en el que le había escrito su historia, pero el Papa le animó a que se la contara allí mismo. Este gesto muestra su gran capacidad de escucha.

P.- ¿Teme que, tras esta visita, se vuelva a olvidar la tragedia de Lampedusa?

R.- No, después de lo que ha ocurrido, no tengo ese temor. No es que se vayan a resolver ahora todos los problemas; el objetivo de la visita tampoco era ese. Lo que se quería era que rezáramos todos juntos y escucháramos al prójimo. Los problemas que afrontamos son grandes, con necesidades importantes, y su resolución no es sencilla. Espero que la visita contribuya a que se afronten de una manera responsable. Debemos entender que los que deben tratar con la ley la cuestión de la inmigración no tienen un trabajo fácil, además de tener en cuenta las dificultades para la nación. Nos gustaría mucho que la Unión Europea tuviera un postura común frente a la inmigración, de manera que todos los países se repartan su peso.

En el nº 2.856 de Vida Nueva.

 

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