J. L. CELADA | Al término de su 50ª Asamblea Plenaria (Kinshasa, 24-28 de junio), la Conferencia Episcopal de la República Democrática del Congo ha lanzado un nuevo llamamiento exigiendo la liberación de los tres sacerdotes asuncionistas secuestrados en la Diócesis de Butembo-Beni desde octubre de 2012, y ha exhortado al Gobierno del país africano a “hacerse cargo de esta situación”, para identificar a los captores y encontrar y liberar a los rehenes.
Los obispos congoleños han sugerido, asimismo, la creación de un “comité de crisis” que gestione esta cuestión hasta la liberación efectiva de todos los ciudadanos secuestrados, y han pedido la “firme implicación” de la MONUSCO (Misión de Estabilización de Naciones Unidas en la República Democrática del Congo) para encontrar “una solución a esta tragedia”, pues están convencidos de que este organismo cuenta con los medios necesarios para contribuir “eficazmente a la liberación de todos estos rehenes”.
En un comunicado difundido al término de su última reunión, los prelados han denunciado también “la miseria” de sus compatriotas, que “se agrava día a día”, y los “míseros sueldos de los funcionarios”. En este sentido, y para mejorar las condiciones de vida de la población, han solicitado a los gobernantes que se preocupen más de quienes les han elegido, hasta el punto de que han planteado la puesta en marcha de una comisión que “armonice” los salarios y emolumentos varios en el seno de las instituciones del Estado.
En el nº 2.856 de Vida Nueva.
