La Iglesia de Honduras clama contra la megaminería

La Diócesis de La Ceiba denuncia proyectos que atentan contra la vida de las comunidades

niño en Honduras transporta un atillo de leña

J. L. CELADA | La diócesis hondureña de La Ceiba acaba de alzar la voz mostrando su preocupación y rechazo ante la “avalancha de proyectos mineros” –se habla de varias decenas– en el departamento de Atlántida, una zona del país de “alto valor ecológico” y “una belleza natural incomparable”, que corre el peligro de convertirse en objeto de una explotación desmedida, cuyo impacto medioambiental acarrearía “consecuencias negativas para la vida de las comunidades”.

Así se pone manifiesto en un mensaje difundido recientemente, fruto de la Asamblea diocesana celebrada el pasado mes de junio con la participación de más de un centenar de agentes de pastoral de todas las parroquias.

El pronunciamiento –que lleva la firma de los principales cargos diocesanos, con su obispo a la cabeza, el franciscano irlandés Michael Lenihan– denuncia “la presión inhumana” que sufren los habitantes del lugar, habituados a convivir con “la presencia de hombres fuertemente armados traídos de fuera”, sometidos a “la estrategia de división y enfrentamiento entre los pobladores”, y que deben soportar “las amenazas y presiones a los líderes comunitarios, que nos dan lecciones de integridad y honestidad con su fe y sus valores de amor a la vida”.

Iluminados por la Doctrina Social de la Iglesia, que llama a “no reducir utilitariamente la naturaleza a un mero objeto de manipulación y explotación”, los firmantes del texto critican también “la falta de transparencia” en la concesión de permisos a los citados proyectos, recordando que “lo justo no siempre coincide con las leyes promulgadas”. Y apuntan a la actuación de las autoridades locales, que niegan al pueblo “el derecho a decidir”.

La Iglesia de Honduras clama contra la megaminería, íntegro solo para suscriptores

En el nº 2.855 de Vida Nueva.

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