Solidaridad, democracia y transparencia fueron los ejes prioritarios sobre los cuales la Mesa Ecuménica por la Paz (MEP) encausó sus reflexiones en el marco del Foro Ecuménico por la Paz que convocó en Bogotá, con el fin de discutir qué caminos asumir para aportar a la construcción de la paz.
Durante los dos días del foro (18 y 19 de mayo), cerca de 300 líderes de diferentes iglesias cristianas y de algunos movimientos ecuménicos participaron en espacios deliberativos en los que se analizaron las implicaciones de la ética para la paz y de la paz con ética, bajo una consigna común: la búsqueda de la paz con justicia social, conlleva necesariamente a la superación de las causas de las desigualdades económicas, sociales y culturales en el país.
Así lo expresó la MEP en su comunicado “de una ética para la paz a una paz con ética”, que fue dado a conocer al finalizar el foro: “una paz, con ética, estará fundamentada en el respeto, en la participación del pueblo en la toma de decisiones, en una tolerancia cero hacia la corrupción, en una gestión pública de cara al pueblo y controlada por la sociedad toda, que promueva unas relaciones de solidaridad y no de competencia, constructora de comunidades fuertes y con autoridad, con respeto hacia la naturaleza y el medio ambiente”. De igual forma, la MEP acentuó la necesidad de construir una ética que libere al pobre y al oprimido, “una ética de la generosidad y el compartir de bienes, de la compasión y la misericordia hacia los que sufren, de respeto al otro diferente, de cuidado del mundo, de rechazo a la guerra y de construcción de una paz con justicia”.
Como mecanismo específico para velar por los intereses de los sectores populares, también se propuso la creación de una “veeduría ciudadana y popular de la dinámica social y política de la paz”, inspirada en la tradición profética y en el proyecto del Dios de la vida, “la cual irá más allá de los acuerdos logrados en las mesas de negociación y trabajará por construir instrumentos e iniciativas de protección de los procesos populares y sus liderazgos”. Esta veeduría se caracterizará por ser colectiva, ecuménica y transparente “teniendo como presupuesto y criterio fundamental la verdad”.
De este modo, e inspirada en el proyecto no violento de Jesús de Nazaret, la MEP enfocará sus acciones hacia la promoción de observatorios ecuménicos locales, regionales y nacionales, así como la articulación de nodos con otros movimientos comprometidos con la construcción del tejido social.
TEXTO: LEONIDAS RUIZ. FOTO: ARCHIVO PARTICULAR
