La Iglesia chilena se actualiza

procesión para inagurar la II Asamblea Eclesial Nacional de Chile junio 2013

Unos 600 participantes debaten su identidad y misión en la II Asamblea Eclesial Nacional

procesión para inagurar la II Asamblea Eclesial Nacional de Chile junio 2013

Procesión de la misa inaugural de la Asamblea

CRISTIÁN VENEGAS S. SANTIAGO DE CHILE | La Iglesia católica chilena celebró, del 12 al 15 de junio en Santiago, su II Asamblea Eclesial Nacional. Casi 600 personas, incluyendo 29 obispos, participaron animadamente en busca de respuestas a los desafíos de la evangelización en el Chile actual. El objetivo de las delegaciones diocesanas, representantes de congregaciones, movimientos eclesiales e instituciones católicas no fue otro que “realizar una experiencia de comunión eclesial nacional a través del discernimiento de los signos de los tiempos, en orden a ser una Iglesia en estado de misión permanente para el anuncio del Reino y aportando contenidos a las orientaciones pastorales”.

Estas últimas verán la luz, probablemente, el primer semestre de 2014. El equipo que apoyará a los obispos en esta tarea tiene el reto de incorporar “todos los documentos, clamores, preguntas, conclusiones, síntesis, ponencias, vídeos, audios y lo que está en el blog y en Facebook”. Un amplísimo caudal, como destacó Jaime Coiro, director de Comunicaciones y portavoz de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh). Y es que, como agregó, la redacción final debe llevar “no solo palabras, sino transmitir lo que los mismos obispos han vivido acá”.

En su saludo inaugural, el presidente de la CECh y arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, dijo esperar “que este tiempo sea un tiempo de escucha de la Palabra del Señor (…), que requiere convertirse también en una luz para el futuro de nuestra Iglesia”. “Queremos ser –enfatizó– una Iglesia que proclama la dignidad de la persona humana, que protege y valora la vida, que quiere evangelizar la cultura, globalizar la solidaridad y la búsqueda de la justicia y del bien común”. Una comunidad, en fin, “al servicio de la unidad y de la fraternidad de nuestro país”.

En conversación con Vida Nueva, Sergio Pérez de Arce, ss.cc., presidente de la Conferencia de Religiosas y Religiosos de Chile (Conferre), se mostró muy satisfecho del desarrollo de la asamblea: “Creo que el propio hecho del encuentro, y el discernimiento que se propone en él, es muy positivo. Nos estamos escuchando unos a otros, y espero que los obispos acojan el sentir, la palabra, obviamente; pero, sobre todo, el espíritu de deseo de cambios, el anhelo de servicio a la sociedad, de conectarse con la cultura de hoy, de ser una Iglesia misericordiosa. Creo que así va a ser”.

De cara a una próxima edición, Pérez de Arce demanda dar un paso más en la propia metodología del encuentro: “Está claro que hacer trabajar a casi 600 personas es difícil. Pero, en virtud a ese deseo auténtico de escuchar, me gustaría que, aparte de cómo se ha trabajado en esta edición, recogiendo las propuestas a través de secretarios, hubiera también más debate, con discusiones abiertas en plenarios o subplenarios, de modo que se manifiesten más voces”.

Finalmente, el religioso hace balance y destaca los aspectos que, a su juicio, se han manifestado con más fuerza en esta asamblea: “Primero, la comunión eclesial profunda. Se ha visto una Iglesia corresponsable en participación, donde se integra la diversidad en una comunión real. Eso supone cambiar también y renovar las estructuras de la Iglesia. Otro tema perceptible es el de una Iglesia que acoge, que es misericordiosa, que sale al encuentro del débil; una Iglesia que realmente no ofrece ningún atisbo de marginación y exclusión. Creo que esto es clave, porque es un signo de los tiempos el anhelo de no excluir, de no discriminar. Un punto final sería el intento de tener una conexión grande con la cultura y el hombre de hoy, habiendo en la sociedad actual un cambio cultural que realmente nos desborda, que no alcanzamos a comprender claramente, pero que nos exige nuevos lenguajes y maneras de testimoniar el Evangelio. Nos lleva realmente a conectar el Evangelio y su riqueza profunda con ese hombre tan cambiante”.

Los seis signos de los tiempos más votados al concluir el primer día de trabajo:

  • 1. Malestar social y clamor por la justicia y equidad (65 votos).
  • 2. Cuidado de la Creación y respeto a la vida (62 votos).
  • 3. Necesidad de renovación en la Iglesia (56).
  • 4. Anhelo de familia (51).
  • 5. Cambio cultural: interculturalidad, pluralismo y nuevas formas de comunicación (49).
  • 6. Crisis de fe y búsqueda de sentido (48).

En el nº 2.854 de Vida Nueva.

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