Con Francisco, los “carreristas” no serán obispos

papa Francisco recibe a los representantes de la FAO junio 2013

El Papa marca su perfil episcopal: urgen pastores antes que teólogos o “príncipes”

papa Francisco con dos obispos de espaldas

Con Francisco, los “carreristas” no serán obispos [extracto]

ANTONIO PELAYO. ROMA | Si una imagen vale más que mil palabras, la foto del sillón papal vacío en el concierto organizado por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, con ocasión del Año de la fe, el pasado sábado 22, habla por sí sola.

Todo estaba listo esa tarde en el Aula Pablo VI: los profesores de la Orquesta Sinfónica Nacional, con su director, Juraj Valcuha, a la cabeza; los coros de la Academia de Santa Cecilia y varios miles de invitados, entre los que se encontraban decenas de cardenales, arzobispos, obispos y oficiales de la Curia dispuestos a disfrutar de la Novena Sinfonía de Beethoven.

En el último momento, Rino Fisichella, prefecto del dicasterio organizador, se acercó al micrófono para anunciar que Francisco no asistiría al concierto por “una tarea urgente e improrrogable”. Algunos rostros quedaron como petrificados y comenzaron a circular rumores sobre un malestar físico u otra razón no publicable.

Al parecer, el Papa consideró que tenía otras cosas más importantes que hacer en ese momento y que él no era “un príncipe renacentista” (frase que se le ha atribuido por una fuente anónima y no verificada).

La cosa no hubiera tenido tanto eco –los periódicos italianos le dedicaban al día siguiente mucho espacio en sus primeras páginas– si ese mismo sábado no hubiese alumbrado otra noticia igualmente significativa: la congelación del título de “gentilhombre de Su Santidad”, que no será concedido de ahora en adelante, aunque lo sigan manteniendo los que han recibido en el pasado dicha dignidad.

silla vacía del papa Francisco en el concierto Año de la fe junio 2013

El arzobispo Fisichella anuncia la ausencia de Francisco en el concierto

Para entender mejor el significado de esta decisión papal –por ahora solo anunciada por el Corriere della Sera–, hay que remontarse a 1968, cuando Pablo VI publicó el motu proprio Pontificalis Domus, con el que transformaba la antigua corte en “casa pontificia”. De ella formaban parte los gentilhombres, dignidad concedida “a personas que se distinguen por su prestigio personal y que han sido especialmente beneméritas en relación con la Santa Sede”.

Entre el centenar de miembros que forman este “benemérito” cuerpo, figuran personas integérrimas y de gran prestigio: miembros de la llamada aristocracia negra –los príncipes Torlonia, Orsini y Colonna, por ejemplo–, familiares y colaboradores de anteriores pontífices, como los Pacelli –sobrinos-nietos de Pío XII–, y otras personalidades italianas y extranjeros –el exembajador de España ante la Santa Sede Carlos Abella es uno de ellos).

Por desgracia, en los últimos años, algunos de estos gentilhombres han sido protagonistas de escándalos sexuales o financieros, o de ambos a la vez. Con este telón de fondo, Francisco ha juzgado que se trata de una institución “arcaica, inútil y quizás dañosa para la Santa Sede”. Y aunque no se haya hecho ningún anuncio oficial, la decisión parece firme y va en el mismo sentido de despojar al papado de signos y costumbres que lo asimilan a las cortes mundanas.

Ideas como estas fueron expuestas por el Pontífice el viernes 21 a los 150 nuncios apostólicos reunidos en Roma para celebrar el Año de la fe. Congregados en la Sala Clementina, los representantes diplomáticos del Papa en diversos países del mundo oyeron su advertencia de no sucumbir a la “mundanidad espiritual” (expresión acuñada por el cardenal jesuita y teólogo Henri de Lubac). En ello caen quienes actúan “por la propia realización y no por la gloria de Dios”, adoptando una “burguesía del espíritu y de vida” que empuja a “buscar una vida cómoda y tranquila”.

papa Francisco recibe a los representantes de la FAO junio 2013

Con los representantes de la FAO

Refiriéndose a una de las actividades más importantes de los nuncios, la provisión de las diócesis vacantes, les dio estos consejos: “Estad atentos a que los candidatos sean pastores cercanos a la gente; este es el primer criterio. Pastores cercanos a la gente. Si es un gran teólogo, una gran cabeza, que vaya a la universidad, donde hará tanto bien. ¡Pastores! ¡Los necesitamos! Que sean padres y hermanos; que sean mansos, pacientes y misericordiosos; que amen la pobreza, interior como libertad para el Señor, y también exterior, como sencillez y austeridad de vida; que no tengan una mentalidad de ‘príncipes’. Estad atentos a que no sean ambiciosos, que no busquen el episcopado… Los que buscan el episcopado, esos no convienen. Y que sean esposos de una Iglesia sin estar siempre a la búsqueda de otra”.

Al finalizar su alocución, Bergoglio precisó: “He pensado mucho antes de escribir este discurso. Lo he escrito yo. Lo he pensado mucho y he rezado mucho. Estos pensamientos provienen de mi corazón… Os invito a reflexionar sobre el importante servicio que prestáis a la Iglesia. Vuestra vida es con frecuencia difícil; a veces en lugares de conflicto, lo sé bien. He hablado con algunos de vosotros… Un continuo peregrinar sin la posibilidad de echar raíces en un sitio, en una cultura, en una realidad eclesial”.

Alimentos, no mercancía

Además de esto, la semana ha sido generosa en lo que se refiere a discursos oficiales del Pontífice. Con ocasión de la XXXVIII Sesión de la FAO (la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), que ha tenido lugar en Roma entre el 15 y el 22 de junio, Francisco recibió en el Palacio Apostólico a unos 400 participantes en la misma. A los que les dijo: “La persona y la dignidad humana corren el riesgo de convertirse en una abstracción ante cuestiones como el uso de la fuerza, la guerra, la desnutrición, la marginación, la violación de las libertades fundamentales o la especulación financiera, que en este momento condiciona el precio de los alimentos, tratándolos como cualquier otra mercancía y olvidando su destino primario. Nuestro cometido es proponer de nuevo, en el contexto internacional actual, a la persona y la dignidad humana no como un simple reclamo, sino más bien como los pilares sobre los cuales construir reglas compartidas y estructuras que, superando el pragmatismo o el mero dato técnico, sean capaces de eliminar las divisiones y colmar las diferencias existentes. En este sentido, es necesario contraponerse a los intereses económicos miopes y a la lógica del poder de unos pocos, que excluyen a la mayoría de la población mundial y generan pobreza y marginación, causando disgregación en la sociedad, así como combatir esa corrupción que produce privilegios para algunos e injusticias para muchos”.

papa Francisco recibe al Comité Judío Internacional junio 2013

Con el Comité Judío Internacional

“Es bien sabido –había exclamado antes– que la producción actual [de alimentos] es suficiente y, sin embargo, hay millones de personas que sufren y mueren de hambre; esto constituye un verdadero escándalo”.

Aparte, en un encuentro mantenido el lunes con el Comité Judío Internacional para las consultas interreligiosas, Bergoglio evidenció su buena relación con el judaísmo: “Por nuestras comunes raíces, un cristiano no puede ser antisemita… La humanidad necesita nuestro común testimonio a favor del respeto a la dignidad del hombre y de la mujer, creados a imagen y semejanza de Dios y en favor de la paz, que, en primer lugar, es un don suyo”.

Al cierre de esta edición, se conocía que Francisco ha ordenado la constitución de un grupo de trabajo con el fin de conocer el estado exacto y actualizado del Instituto para las Obras de Religión (IOR), el oficioso banco vaticano. Los miembros de dicha comisión, que despachará directamente con el Papa, son el cardenal Raffaele Farina (presidente), el purpurado Jean-Louis Tauran y la profesora Mary Ann Glendon (miembros), el arzobispo Juan Ignacio Arrieta (coordinador) y el sacerdote estadounidense Peter Brian Wells (secretario). [Más sobre esta comisión de investigación]

En el nº 2.854 de Vida Nueva

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