Francisco apuesta por la colegialidad eclesial

papa Francisco recibe a Justin Welby arzobispo de Canterbury junio 2013

Podría reforzar el Sínodo de los Obispos y ya trabaja para hacer más transparente el IOR

papa Francisco con moteros junio 2013

Unos mil moteros dieron colorido a la Jornada ‘Evangelium Vitae’

ANTONIO PELAYO. ROMA | Ahora que L’Osservatore Romano se ha convertido en un periódico no meramente apologético, conviene analizar su contenido. En su edición del 17-18 de junio, el diario vaticano abría su primera página con este titular: “Economía y política al servicio de los pobres”. La apertura correspondía al intercambio de cartas entre Francisco y el primer ministro británico, David Cameron, a propósito de la cumbre del G-8, reunida en la localidad nordirlandesa de Lough Erne los días 17 y 18.

El 5 de junio, Cameron había hecho llegar al Pontífice una amplia carta en la que le informaba de las prioridades de la presidencia británica del G-8: “Restituir a la economía mundial un crecimiento fuerte y sostenible a través de una acción concreta basada en impuestos más justos, un comercio más libre y una mayor transparencia”. En opinión del premier, existe una gran coincidencia entre esos objetivos y las metas recientemente deseadas por el Papa: “Reequilibrar la economía global, ayudar a las personas pobres y en desventaja, y dar trabajo a la gente”.

“Usted –escribe el político– ha invitado a una solidaridad desinteresada y a la vuelta a una ética centrada sobre la persona en el mundo de las finanzas y de la economía… Para hacerlo, debemos afrontar las condiciones que causan la pobreza, consolidar la fuerza de un capitalismo responsable y reforzar el gobierno y la transparencia”.

En su respuesta, diez días después, el papa Bergoglio apoyó esa lista de prioridades, pero reclamó también que “uno de los temas centrales de la agenda [de la cumbre del G-8] sea la protección de las mujeres y los niños de la violencia sexual en situaciones de conflicto”. Lo que le llevó a hablar directamente de Siria, elevando una llamada a la paz: “Deseo que la cumbre contribuya a obtener un alto el fuego inmediato y duradero y a llevar a todas las partes en conflicto a la mesa de negociaciones”.

“Los varios y graves desafíos económicos y políticos del mundo –añadía– requieren un valiente cambio de actitud que vuelva a dar al fin (la persona) y a los medios (la economía y la política) su justo puesto. El dinero y los otros medios políticos y económicos deben servir y no gobernar, teniendo presente que la solidaridad gratuita y desinteresada es, de forma aparentemente paradójica, la clave del buen funcionamiento económico global”.

papa Francisco recibe a Justin Welby arzobispo de Canterbury junio 2013

El Papa, con el primado de la Comunión Anglicana, Justin Welby

Cercanía con los anglicanos

Es muy posible que de estos temas hablasen también el Papa y el primado de la Comunión Anglicana, Su Gracia Justin Welby, durante el encuentro que celebraron el viernes 14, y que corrobora las excelentes relaciones que existen entre la Iglesia católica y la anglicana desde la histórica entrevista de 1966 entre Pablo VI y el arzobispo de Canterbury Michael Ramsey. El sucesor de Rowan Williams –que tomó posesión de la sede arzobispal de Canterbury el 23 de marzo, tres días después del inicio del ministerio petrino de Bergoglio– llegó a Roma acompañado de su esposa y del arzobispo católico de Westminster, Vincent Nichols.

En su discurso, Welby –que llevaba puesto el anillo que Pablo VI regaló a Ramsey– subrayó que llegaba “a un lugar donde me puedo sentir como en casa… Debemos dar expresión a nuestra unidad en la fe a través de la plegaria y la evangelización. Solo si se ve a los cristianos crecer de modo visible en la unidad, el mundo aceptará, a través nuestro, el divino mensaje de paz y reconciliación”.

El Papa confirmó la voluntad de los católicos de seguir en el camino hacia la unidad, “aun cuando en el diálogo teológico han surgido dificultades mayores de las que se podía imaginar al inicio”.

Francisco agradeció a los anglicanos su “sincero esfuerzo para comprender las razones que llevaron a mi predecesor, Benedicto XVI, a ofrecer una estructura canónica [en referencia a los ordinariatos anglocatólicos] capaz de responder a las peticiones de grupos de anglicanos que han pedido ser recibidos corporativamente en la Iglesia católica”. También le agradeció “su compromiso para favorecer la reconciliación y la resolución de conflictos entre las naciones”, y destacó la iniciativa conjunta anglicano-católica para “encontrar una solución pacífica al conflicto sirio”. [OPINIÓN: Roma y Canterbury: mirando al futuro (Francisco y Justino)]

Con los moteros

Que la personalidad del Papa actúa como un “imán que atrae a las masas” –escribe Luigi Accatoli en el Corriere della Sera–, volvió a hacerse patente el domingo 16 en la masiva celebración de la Jornada Evangelium Vitae, enmarcada dentro del Año de la fe.

A las decenas de miles de fieles llegados de todo el mundo para celebrar la vida, se añadieron en San Pedro más de 1.000 moteros que querían celebrar con el Papa los 110 años de existencia de las míticas Harley Davidson. Junto a familias enteras, religiosos que trabajan en el campo de la sanidad, enfermos de todas las edades, miembros de ONG y agentes sanitarios, saludaron a Bergoglio estos jinetes de las dos ruedas con sus chalecos multicolores y botas de cuero que hicieron sonar con estruendo sus cláxones y motores.

“Dios –dijo Francisco durante la homilía de la Misa, que concelebró con 200 sacerdotes– es el Viviente; Jesús nos trae la vida de Dios… Pero, con frecuencia, el hombre no elige la vida, no acoge el ‘Evangelio de la vida’, sino que se deja guiar por ideologías y lógicas que ponen obstáculos a la vida, que no la respetan, porque vienen dictadas por el egoísmo, el propio interés, el lucro, el poder, el placer, y no por el amor, por la búsqueda del bien del otro. Es la constante ilusión de querer construir la ciudad del hombre sin Dios, sin la vida y el amor de Dios: una nueva Torre de Babel… El resultado es que el Dios vivo es sustituido por ídolos humanos y pasajeros que ofrecen un embriagador momento de libertad, pero, al final, son portadores de nuevas formas de esclavitud y de muerte”.papa Francisco saluda a un hombre enfermo

Encíclica “a cuatro manos”

El jueves 13, en la que hubiera podido ser una audiencia como tantas otras, esta tomó otro cariz cuando el Papa abandonó su discurso escrito y dialogó con sus interlocutores, los miembros del XIII Consejo Ordinario de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos. No se ha publicado el texto de su improvisación, pero aseguró que tiene en mente una reestructuración del Sínodo para que sirva mejor a la colegialidad de los obispos y a su vínculo con la sede de Pedro, “que necesita la sinodalidad”.

Así, dio a entender que el Consejo de la Secretaría podría tener carácter permanente y que serviría de correa de transmisión entre la Curia y las Iglesias particulares.

Pero lo que más llamó la atención fue su afirmación de que pronto saldrá a la luz la encíclica sobre la fe que Ratzinger estaba preparando antes de su renuncia. “Una encíclica a cuatro manos –dijo–, así la llaman, porque la comenzó Benedicto XVI. Él me la ha entregado, es un gran trabajo; y yo la acabaré”.

Finalmente, el sábado 15 se anunció el nombramiento del nuevo “prelado” (secretario) del Instituto para las Obras de Religión (IOR); un puesto ocupado en años pasados por personas que acabaron siendo ligadas a escándalos financieros, como Marcinkus o De Bonis. El elegido es Battista Mario Salvatore Ricca, un diplomático de 57 años que dirigía la Casa Santa Marta, donde vive el Papa. Bergoglio se asegura así una fuente fidedigna sobre las “andanzas” del Instituto.

  • OPINIÓN: Maduro, por Antonio Pelayo

En el nº 2.853 de Vida Nueva.

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