¿Quién mató al cardenal Posadas Ocampo?

Juan Jesús Posadas Ocampo, cardenal mexicano asesinado en 1993

La Iglesia mexicana sospecha, 20 años después, de posibles vínculos entre narcos y políticos

Juan Jesús Posadas Ocampo, cardenal mexicano asesinado en 1993

ROBERTO ALCÁNTARA. CIUDAD DE MÉXICO | El pasado 24 de mayo se cumplieron 20 años del asesinato del entonces arzobispo de Guadalajara, cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, sin que hasta la fecha se hayan esclarecido las causas del crimen que enlutó a la Iglesia mexicana. El cardenal tapatío fue asesinado, en medio de un tiroteo entre bandas de narcotraficantes, en el aeropuerto de Guadalajara, adonde había llegado para recibir al nuncio, Girolamo Prigione.

A dos décadas de distancia, la Iglesia católica llama al perdón y a la reconciliación con quienes participaron en el homicidio, sin dejar de anhelar, en el silencio, el esclarecimiento de los hechos y un alto a la impunidad.

Al recordar este aniversario, la Arquidiócesis de Guadalajara reveló a través de su semanario que, antes de ser asesinado, el cardenal Posadas había recibido informes sobre la forma en que las redes del narcotráfico se estaban instalando en el país con apoyo de “encumbrados políticos”. El rotativo también dio cuenta de un incidente ocurrido en Los Pinos, donde el purpurado fue sacado a empujones de una reunión tras haberse negado a guardar silencio sobre la “estrategia” del Gobierno federal en torno al narcotráfico.

“Señores, me parece que se equivocan. Yo no voy a dejar de denunciar el problema del narcotráfico, y tampoco voy a buscar que los obispos se callen. Todos sabemos que muchos políticos importantes están haciendo negocio del narcotráfico, y eso no debemos permitirlo”, dijo Posadas a los funcionarios que estaban presentes en aquella reunión. Uno de ellos, fuera de sí, insultó al arzobispo, lo intentó abofetear, lo encaminó a la puerta y, de un empellón, lo sacó. Tiempo después, el prelado detalló lo sucedido a un amigo. Le explicó que le habían hecho propuestas ilícitas a cambio de dinero: “Me hablaron de que no me metiera en el corredor de Tijuana-Guadalajara, de prostitución y otras cosas”.

Para conmemorar el aniversario, la Iglesia tapatía celebró en la catedral de Guadalajara una Misa en memoria del cardenal en la que llamó a no guardar odios, sino a recordarle como un hombre íntegro, amable, generoso y capaz de dar su vida por su gente.

El canónigo Julio Díaz Morales, que presidió la Eucaristía, dejó claro: “La causa de su asesinato quizás nunca vayamos a conocerla… Yo les digo que ya no debe interesarnos el porqué; lo que sí debe importarnos es dar gracias al Señor porque nos permitió tener como pastor de esta Iglesia a un hombre sincero, sencillo y santo”.

En el nº 2.852 de Vida Nueva.

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