Maria Thérèse Diene: “Es equivocado buscar vocaciones solo para cuidar ancianas”

Presidenta de la Confederación de Religiosos Africanos

Maria Thérèse Diene, presidenta de la Confederación de Religiosos Africanos

Texto y foto: DARÍO MENOR. ROMA | Maria Thérèse Diene, religiosa senegalesa de las Hijas del Sagrado Corazón, es la presidenta de la Confederación de Conferencias de Superiores Mayores de África y de Madagascar (CCSMAM), la organización que representa a la Vida Religiosa (VR) masculina y femenina del continente africano.

PREGUNTA.- ¿Cuál es la aportación de la VR para propiciar la reconciliación en países donde se han sufrido conflictos armados?

RESPUESTA.- Para nosotros, los religiosos africanos, la reconciliación es una parte muy importante de nuestro trabajo porque vivimos en un continente que está deseoso de ella por multitud de motivos, como guerras fratricidas entre distintas etnias o entre religiones. En la CCSMAM estamos trabajando en este trienio en el tema de la reconciliación, concretamente en la misión de los consagrados en este campo. Hemos dicho que la reconciliación debe comenzar desde nosotros mismos. Estamos reflexionando en un primer nivel con un cuestionario elaborado específicamente para este tema. Hemos recogido todas las ideas que se han propuesto en un documento y lo hemos enviado a cada región para que se pueda preparar el año que viene un minicongreso sobre la reconciliación. Hay que ver la situación de cada región, los avances y los obstáculos, así como las propuestas concretas para lograr que la reconciliación sea efectiva. En 2015 celebraremos un congreso panafricano para recoger todo lo que se ha hecho en las diferentes regiones y conocer las aportaciones que ha ofrecido la VR.

P.- ¿Cómo es posible, según usted, lograr la reconciliación?

R.- Lo primero es conocerse a uno mismo, sus puntos fuertes y débiles. Hay que saber igualmente que la reconciliación está basada en el perdón y en la propia aceptación. No es nada fácil. Hay una fase preliminar donde cada uno se debe perdonar y reconciliar consigo mismo para poder aceptar el perdón y la reconciliación, así como aceptar lo que ha sucedido para poder seguir adelante. La reconciliación nos exige el respeto al prójimo, los ritmos y tiempos de los otros. En todos los sitios se pueden encontrar heridas. Esto no quiere decir que sea un proceso estático; debe ser dinámico, a través de pequeños gestos de atención para permitir que el tiempo haga su efecto y que la palabra perdón vaya entrando para lograr la reconciliación.

P.- ¿Cree que algunas congregaciones religiosas acuden a África con el objetivo principal de lograr vocaciones para poder sobrevivir?

R.- Un carisma debe vivir si está suscitado por el Señor. La Palabra de Dios que se revela en este carisma debe también ir más allá del lugar donde la congregación nació. No somos religiosos para un solo país, sino para la Iglesia. En el inicio, la congregación puede quedarse en un sitio si no tiene muchos miembros, pero poco a poco está llamada a salir de su país para dar ese carisma a otras personas. Si hay religiosas jóvenes que vienen a Europa de otros países y en su congregación hay ancianas, también es una misión ayudarlas y acompañarlas en el final de su vida. Se puede aprender mucho de estas ancianas sobre la congregación. El carisma se puede vivir en todos los lados: en la cocina, visitando a los pobres, cuidando de los ancianos… El carisma no viene antes de la obra que estoy haciendo, se vive en el corazón y se encarna con las obras. Si tengo que cocinar para mis hermanas, lo hago contenta, con el espíritu de mi congregación. Eso sí, si se buscan solo vocaciones para cuidar a las ancianas, es un espíritu equivocado. Pero si uno se extiende porque quiere compartir su carisma con otras personas, no es algo equivocado. Todo depende del espíritu.

Más reflexiones sobre cómo trabajar la paz en un continente plagado de conflictos, el papel de la Iglesia y del Gobierno, sobre el espíritu de alegría y esperanza de los africanos y sobre cómo los religiosos han recibido el nombramiento de Francisco, en la entrevista íntegra solo para suscriptores

En el nº 2.852 de Vida Nueva.

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