Francisco preside la primera adoración eucarística mundial de la historia

papa Francisco preside adoración eucarística mundial en la basílica de San Pedro 2 junio 2013 Corpus Christi Año de la fe

En el marco del Año de la Fe, el Papa reza para que la Iglesia “devuelva alegría y serenidad”

papa Francisco preside adoración eucarística mundial en la basílica de San Pedro 2 junio 2013 Corpus Christi Año de la fe

MIGUEL ÁNGEL MORENO | La festividad del Corpus Christi y el Año de la fe convocado por Benedicto XVI confluyeron este domingo 2 de junio en un acontecimiento muestra de la universalidad de la Iglesia y también del recogimiento del papa Francisco, que presidió en la basílica de San Pedro del Vaticano una adoración eucarística compartida por fieles a lo largo y ancho del planeta.

La celebración se desarrolló entre las cinco y seis de la tarde, hora del Vaticano, pero fue seguida a la vez por multitud de iglesias en todo el mundo, desde Oceanía, el sudeste asiático, Oriente Medio, países africanos, Europa y el continente americano. En España se realizaron oraciones en varios puntos, entre ellos en la cripta de la catedral de la Almudena de Madrid.

Con la basílica llena de fieles y eclesiásticos, Francisco entró en el templo un poco antes de que el diácono expusiera la forma en la custodia, y mantuvo un silencio orante durante todo el tiempo de exposición. Mientras, se entrelazaron cantos y algunas piezas musicales instrumentales, con presencia de una arpista que interpretó varias piezas.

En el transcurso de la oración ante la Eucaristía se leyó en varias ocasiones el pasaje evangélico en el que Jesús se presenta como el pan de la vida, y se incluyeron plegarias de los antecesores de Francisco en la sede petrina. Así, los textos de Pío XII, Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II y Benedicto XVI guiaron una oración en la cual Francisco tan solo tomó la palabra para realizar la oración y bendición final, después de incensar la custodia.

Intenciones por la Iglesia y los necesitados

Las intenciones propuestas por el Pontífice para la adoración estuvieron centradas en la Iglesia universal, a la que pidió que se presentara ante el mundo “más hermosa, sin mancha, ni arruga, sino santa e inmaculada” y que haga que “el amor se redoble para dar un sentido pleno al dolor y al sufrimiento, devolviendo alegría y serenidad”.

El Santo Padre también propuso dirigir la oración a las personas que sufren las “nuevas esclavitudes”, entre las que identificó la guerra, la trata de personas, el narcotráfico, el trabajo esclavista o la violencia.

“Por todos aquellos que, además, se encuentran en la precariedad económica, sobre todo los desempleados, los ancianos, los inmigrantes, los que carecen de hogar, los presos y cuantos experimentan la marginación. ¡Que la oración de la Iglesia y su cercanía activa les dé consuelo y ayuda en la esperanza y fuerza y audacia en la defensa de la dignidad de la persona!”, propuso Francisco en su segunda intención de la plegaria, reproducida por los medios informativos vaticanos.

Crónica vaticana íntegra por Antonio Pelayo, solo para suscriptores

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