Librerías ante un futuro incierto

cartel de la Feria del Libro de Madrid 2013

La Feria del Libro de Madrid arranca con un sector asediado por varios frentes

chico leyendo un libro digital en e-book

Librerías ante un futuro incierto [extracto]

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ | En solo los últimos tres años, las ventas de libros han caído un 35%, según la Confederación Española de Libreros (Cegal). El cierre de librerías históricas a lo largo de toda España se suma a la alarma: Catalònia en Barcelona o, en el caso de Madrid, las librerías Rumor, La Regenta, Aviraneta, Tragaluz o Náutica, por poner algunos ejemplos, junto a las históricas Escarabajal (Cartagena) y Villadrich (Tortosa).

“Tenemos las luces de alarma encendidas desde hace tiempo. Las perspectivas para este 2013 no son nada halagüeñas”, afirma el nuevo presidente de Cegal, Juan Manuel Cruz, alma máter de la malagueña Librería Rayuela. “El presente es muy complicado –explica–. A la terrible crisis económica, que está suponiendo un descenso importante de las ventas, hay que sumarle la pérdida casi total de las ventas a la Administración Pública por los severos recortes. Además, la falta de una legislación adecuada que proteja los derechos de autor está posibilitando que el 60% de los lectores de libros electrónicos lo hagan con copias ilegales”.

El análisis de los “cierres” habla, en primer lugar, de la crisis y la contracción del consumo, con especial incidencia en las cadenas de librerías y grandes almacenes, aunque el impacto en las librerías independientes también ha sido significativo.

Más allá de la crisis (es decir, alquileres altos y menores ventas), también hay razones que atañen al libro propiamente: exceso de títulos, novedades a precios altos… Y, sobre todo, la irrupción del libro electrónico y el crecimiento de la piratería digital son dos causas que han hecho caer a un buen número de librerías.

cartel de la Feria del Libro de Madrid 2013

Cartel de la Feria del Libro de Madrid 2013

“Es complejo establecer un orden de dificultades –asume Cruz–. En primer lugar, está la crisis económica. En segundo lugar, la falta de legislación adecuada anti-piratería para proteger los derechos de autor. Más que el libro electrónico en sí, que es un fenómeno imparable, en tercer lugar está la ‘veracidad’ que muchos medios, tanto de opinión como políticos, están dando a la ‘muerte’ del libro en papel, no sin gran desconocimiento de las cifras reales que estos están suponiendo y de la ‘realidad’ objetiva. Y, cuarto, es cierto que el sector del libro se tiene que replantear algunas de las prácticas habituales e intentar crear un ‘nuevo paradigma’. En eso estamos también trabajando”.

Los datos del Observatorio de Piratería y Hábitos de Consumo de Contenidos Digitales 2012 señalan que, al menos, el 12% de los internautas accede fraudulentamente a libros con derechos de autor. Eso significan 226,9 millones de descargas ilegales de libros solo en 2012. En términos económicos, estamos hablando, según el texto, de 586,2 millones de euros.

Paz Gil, de la Librería Gil, de Santander, comparte el análisis: “La amenaza de la piratería es cada vez más seria; y parece que no queremos ser conscientes de cuánto perjudican las descargas ilegales a la industria del libro; y no hablamos solo de pérdidas económicas, sino del empobrecimiento cultural que genera la destrucción de ese tejido social y empresarial, del que dependen muchos profesionales y muchos creadores”.

Proteger la creación

En el reciente I Encuentro Europeo de Editores, la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), presentó su Informe sobre el sector del libro y la protección de la creación cultural. En ese texto, denuncian que “España no hace todo lo que debiera para defender el sector cultural como motor de creación de empleo, crecimiento económico y proyección internacional”.

Javier Cortés, presidente de los editores, dijo entonces: “Resulta esencial que se adopten medidas necesarias para proteger la creación y que se evite que el flujo de bienes culturales decrezca y merme su calidad, pues ello tendrá una repercusión en nuestra cultura, que es el mayor legado del que disponemos”.

Esa misma crítica lleva a Juan Manuel Cruz, nuevo presidente de los libreros, a sostener que “el futuro es incierto, pues no parece que esta crisis se vaya a superar en breve, ni tampoco se ve una intención del Ministerio de Cultura en promover leyes anti-piratería eficaces”.

los Príncipes de Asturias en la inauguración de la Feria del Libro de Madrid 2012 con vicepresidente de SM

Los Príncipes de Asturias en la Feria del Libro 2012, en la caseta de SM

Javier Cámara, de la Librería Cámara (Bilbao), ha sido representante de Cegal en la Federación Europea de Libreros (EBF) y en la Federación Internacional de Libreros (IBF). Su valoración es tajante: “El presente es dramático, como casi todo ahora en este país. Descenso de ventas, disminución de público… y a esto le tenemos que sumar la incidencia que lo digital tiene sobre el acceso a la información y sobre los soportes de lectura…”.

El impacto del libro digital en el mercado editorial apenas superaba el 2,4% en 2010, según el informe Comercio Interior del Libro 2010. El del 2011, último disponible, solo constataba el aumento de una décima, lastrado por el IVA al 21% y, sobre todo, por la piratería.

“El futuro, no muy lejano, se presenta complicado: economía familiar decrépita, centros educativos y bibliotecas con presupuestos cero y nuevos soportes con acceso más económico a la lectura”, añade Javier Soler, de la librería de Entre Libros (Málaga).

“De todo esto –sigue–, lo que más me preocupa es el cambio de mentalidad, esa pérdida de valor que el libro está sufriendo. Los nuevos soportes ofrecen diversas ventajas, pero la más nociva es la idea de que la lectura es gratis. Esta mentalidad se acomoda rápidamente y es difícil de cambiar. Y afecta de forma especial a los jóvenes, que tienen menos apego al papel y ha dejado de acercarse a las librerías de forma radical”. El casi nulo presupuesto de los Planes de Lecturas de muchas Administraciones tampoco ayuda.

Un cambio de paradigma, sin embargo, también se está viviendo en el sector, representando por esas otras librerías que, pese a la crisis, han nacido con aires renovadores. Uno de los ejemplos más recientes es Cervantes y Compañía, la librería que abrió a contracorriente Óscar Tobías en Madrid: “Creo que las librerías independientes deben hacer una transición que les lleve a convertirse en espacios de ocio cultural. Las librerías no pueden seguir siendo meros almacenes de libros con mayor o menor esmero en su selección, ya que hoy día esto no resulta suficientemente estimulante para el lector. La librería debe interactuar más con el resto de agentes del sector y con la sociedad en la que está, realizando encuentros, exposiciones, presentaciones, estando presente y creando su comunidad en la Red, etcétera”.

Feria de Madrid, un respiro para el sector

Hasta el 16 de junio, el madrileño Parque del Retiro se convierte en el pulmón que da vida al sector editorial: 353 casetas, con 457 expositores, se repartirán este año por una Feria que, pese a sus grandes cifras, el año pasado registró un 19% menos de ventas que en 2011.

La Feria, pese a que constituye el principal escaparate de las librerías en España, vivió una de sus peores ediciones de los últimos treinta años. En este sentido, como afirma Teodoro Sacristán, su director, “no es ajena a lo que está sucediendo en el sector”.

Este año se inauguró el 31 de mayo dispuesta a cambiar la dinámica. Año a año, la Feria ha representado todo un respiro para los libreros de Madrid y toda España que acuden hasta el Retiro.

jcrodriguez@vidanueva.es

En el nº 2.850 de Vida Nueva.

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