Ante el Día de la Caridad, “es la hora de las personas”

Cáritas afirma que es el momento de tomar las riendas y cambiar el modelo

escaparate de un comercio de zapatos con iniciativa sobre la crisis

“Nuestros ingresos de hoy serán donados en beneficio de un comedor social”

Ante el Día de la Caridad, “es la hora de las personas” [extracto]

FRAN OTERO | En Burgos, Cáritas trabaja para poner en marcha una iniciativa de dinamización de la acogida y atención a personas en riesgo de exclusión en las zonas rurales. Preocupa la soledad, la falta de recursos, la escasez de oportunidades para los jóvenes y las dificultades para ofrecer alternativas, y busca que los cristianos de la diócesis compartan esta inquietud y se comprometan. Mientras, en cualquier rincón de España, otras Cáritas abren puertas de esperanza, ofrecen sostenimiento básico y atienden a quienes las administraciones han olvidado.

Es reconocida, por todos los sectores de la sociedad, la labor de Cáritas en la atención a los más necesitados y en su trabajo por cambiar las estructuras injustas. De hecho, estos días hemos ido conociendo datos, cifras, proyectos… que las Cáritas diocesanas han presentado con motivo del Día de la Caridad, el 2 de junio, en la celebración del Corpus Christi.

Pero más allá del balance, Cáritas aprovecha este día para lanzar un importante mensaje de sensibilización, que este año sigue en la línea de los anteriores. Juntos escribimos la historia. Vive con sencillez y otro modelo de convivencia nos hará felices es el lema y, a la vez, su propuesta.

En su opinión, es el momento de que cada persona tome las riendas de su vida y cambie el modelo. “Rompe con el consumismo, con el afán de tener y poseer y elige una forma de vivir más sencilla. Rompe con el individualismo y deja entrar en tu vida valores más humanos, fraternos y solidarios. Rompe con las prisas y cuida las cosas importantes que de verdad te llenan de vida”, pide.

cartel de Cáritas para el Día de la Caridad 2013

Cartel para el Día de la Caridad 2013

De lo que se trata es de vivir de otro modo, de adoptar volores de sobriedad, mesura y simplicidad voluntaria, de construir otro modelo de convivencia y de relaciones con los demás lejos del consumismo, “donde seamos capaces de construir solidaridad y comunidad desde la compasión y la comunión, desde la capacidad que tenemos todos de sentir y vibrar con el otro, desde la igualdad y dignidad común que nos identifica como seres humanos”.

También, numerosos obispos se han referido al Día de la Caridad a través de sus cartas pastorales, aunque destaca sobre ellas el mensaje que ha publicado para la ocasión la Comisión de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Española (CEE), que insiste en la profunda relación entre fe y caridad.

Y, para ello, exponen citas de la encíclica Deus Caritas est, de Benedicto XVI: “La caridad no es un ejercicio de la Iglesia reservado a algunos especialmente capacitados y dedicados a este servicio. Es un deber de todos y cada uno de los bautizados. El amor a Dios y al prójimo son inseparables. Quien ama a Dios no puede olvidar el amor al prójimo; ambos tienen su origen en Dios, que nos ha amado primero y que nos ama siempre. Por tanto, nuestro amor no es una imposición de Dios o un precepto para mayor perfección. Es, sencillamente, una respuesta o una correspondencia lógica y necesaria a Dios, que nos ha amado primero”.

Acercarse a los que más sufren

En este sentido, los obispos invitan a acercarse “a los hermanos más pobres, a los que sufren, a los más necesitados, despojándonos de toda riqueza, de toda actitud de suficiencia, compartiendo con ellos lo que somos y tenemos”.

“Solo la solidaridad nos ayudará a avanzar por caminos que den vida y esperanza a los hermanos más pobres. (…) Aprovechemos la llamada de Dios a través de la Iglesia y la gracia que el Señor nos ofrece constantemente para que avancemos en nuestra conversión rompiendo con individualismos egoístas y abriendo el alma a la generosidad del amor según el ejemplo de Jesucristo. Escuchemos el clamor de los que mueren de hambre en el Tercer Mundo, de los que están en paro, de los mayores solos y de los enfermos, de los desahuciados y víctimas de violencia, que sientan el amor y la cercanía de todos nosotros a través de nuestro compromiso solidario”, concluyen.

En el nº 2.850 de Vida Nueva.

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