Religiosas de toda Europa unidas contra el tráfico de personas

Aurora Moreno y la religiosa María Rosario Echarri miembros de Renate contra la trata

Consolidan en Croacia la red Renate para luchar contra la esclavitud del siglo XXI

Aurora Moreno y la religiosa María Rosario Echarri miembros de Renate contra la trata

Aurora Moreno y la religiosa María Rosario Echarri

F. OTERO. Foto: LUIS MEDINA | María Rosario Echarri, religiosa oblata del Santísimo Redentor y responsable del Área de Acción Social de Confer, y Aurora Moreno, responsable de Comunicación de la provincia española del Instituto de la Bienaventurada Virgen María (Irlandesas), participaron el pasado mes de abril en la reunión anual de la Red Europea de Religiosas contra la Trata de Personas (Renate) en Luznica, Croacia, una iniciativa que nació en 2009 y que ha ido extendiéndose hasta agrupar a 18 países.

Esta experiencia, como cuenta a Vida Nueva María Rosario Echarri, nació de la necesidad de construir una red que trabajara contra la esclavitud de personas, especialmente, contra la trata con fines de explotación sexual y de que su trabajo no solo se realizase en los países de destino de las víctimas, sino también en los lugares de procedencia.

Tras haber celebrado dos importantes reuniones –Cravovia (2011) y Luznica (2013)–, esta organización acaba de definir sus prioridades para los próximos años, así como las actividades que se van a realizar, el equipo coordinador y la renovación de la página web. Las prioridades son la sensibilización sobre el tema de la trata de personas, la ampliación de la red e intregación en otras, la comunicación interna y el cuidado de sus miembros (capacitación, descanso…). Y entre las actividades, destacan un encuentro de formación en Bratislava, en noviembre de 2013, sobre Doctrina Social de la Iglesia y la Trata de Personas, y el encuentro anual del próximo año, que tendrá lugar en Francia.

Según explica Aurora Moreno, lo que pretende Renate es “trabajar contra el tráfico de personas, no solo con fines de explotación sexual, que es una de las partes más importantes, pero también con otros: tráfico de órganos, trabajo esclavo, mendicidad…”.

Ambas reconocen la importancia de la sensibilización, sobre todo en jóvenes y niños, porque realidades como la prostitución “siguen siendo invisibles”.

Desde Albania, y vía correo electrónico, escribe Imelda Poole, religiosa del IBVM e impulsora de Renate. Entre las prioridades ya expuestas, recalca la necesidad de “ampliar la red y vínculos con las organizaciones que trabajan en este campo”. Del mismo modo, explica que esta red de religiosas aspira a continuar la investigación sobre la trata y “a crear conciencia sobre este fenómeno moderno que se deriva, básicamente, de la codicia y de la situación de vulnerabilidad y pobreza de las víctimas”.

En el nº 2.849 de Vida Nueva.

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