La misión engancha a los jóvenes de hoy

jóvenes participan en el X Encuentro Misionero abril 2013

Laicos y religiosos narran a ‘Vida Nueva’ sus experiencias de compromiso y cómo les han influido

jóvenes participan en el X Encuentro Misionero abril 2013

Participantes en el reciente X Encuentro Misionero de Jóvenes organizado por las OMP

La misión engancha a los jóvenes de hoy [extracto]

FRAN OTERO. Fotos: LUIS MEDINA | Son jóvenes de hoy, creyentes, misioneros y comprometidos por un mundo mejor. Teresa, David, Blanca, Alexia y Ana son algunos de ellos, aunque no todos. Jóvenes que desmontan la estadística y la creencia de que la juventud actual no se compromete, que no le importa lo que le pase al prójimo o que busca el éxito a costa de cualquier cosa. Los cinco, que participaron en el X Encuentro Misionero de Jóvenes, el pasado mes de abril, han vivido una experiencia misionera fuerte y, por ello, siguen trabajando, desde su realidad y aquí en España, por la misión.

La teresiana Teresa Ros colabora, al igual que David Guillén y Blanca Serres en la Delegación Diocesana de Misiones de Tarragona. Su trabajo, que comenzó tras regresar de una experiencia de dos años en Venezuela, consiste en la difusión de las experiencias misioneras, en el acompañamiento y entrevistas de aquellos que quieran participar en la misión. “Para mí, la misión ha sido un tesoro y me ha ayudado a ampliar mi visión de Iglesia. Ahora, poder transmitirlo y hacer posible que otros lo puedan vivir me gusta y me ilusiona”, explica.

Para Blanca, ir de misiones es “ir a visitar a nuestros hermanos cristianos, que pueden estar pasando por una situación mejor o peor; es ir a conocerles”. “Hay muchas cosas que nos separan, pero una fe que nos une. Se trata de un intercambio de experiencias de ellos a nosotros y viceversa. Ese intercambio es el que puede tener una continuidad en nuestro día a día aquí. Hay experiencias que nos marcan y nos ayudan a avanzar. Hay mucho que aportar cuando uno vuelve de la misión”.

jóvenes participan en el X Encuentro Misionero abril 2013

De izq. a dcha., David, Blanca, Alexia, Ana María y Teresa

Ofrecer el testimonio

Por su parte, David, que se encarga de gestionar el blog de la delegación tarraconense, recalca la importancia de dar testimonio de lo que cada uno vive cuando sale de su casa hacia la misión, y también de la necesidad de encontrar espacios de encuentro con aquellos que han tenido una experiencia parecida.

Tanto David como Blanca estuvieron en Honduras, una experiencia que les ha cambiado y que ha impactado positivamente en su entorno. “Mi experiencia me ha cambiado y de eso se va a beneficiar la realidad de la que he partido y a la que he vuelto. Al final, es una experiencia de Dios. En Calcuta, en Madrid, en Honduras, en Tarragona… y esa experiencia es la que engrasa el motor para que siga funcionando”, añade Blanca.

Alexia Gordillo trabaja con Selvas Amazónicas, de los Misioneros Dominicos. Trabajó en cooperación, una circunstancia que le hizo conocer la labor y la realidad de los misioneros. En cuanto pudo, buscó la forma de vivir la experiencia desde el campo de la misión. Ahora mismo se encarga de la sensibilización misionera con niños, jóvenes, en colegios… además de preparar la formación de voluntarios para experiencias de larga y corta duración.

“Es muy importante abrir los ojos a otras realidades y encontrarte a Dios en la tierra. Hay sitios en los que digo que Dios pasea más a sus anchas, donde se le ve más fácil; Dios está en todos los sitios pero hay algunos en donde se le ve más fácil. Por eso, es importante irse a lugares, aquí o allá, donde te vuelves a encontrar con lo más sencillo”, afirma.

La Fundación Ahoringa Vuelcapeta, de la que Ana María Lara Ramos es fundadora, nació en 2007 tras la experiencia de un grupo de jóvenes de la Pastoral Universitaria de Granada en Bolivia, con las religiosas del Santísimo Sacramento, de María Emilia Riquelme. “Nos quedamos tan tocados que, cuando volvimos, creamos la fundación con la idea de apadrinar a los jóvenes de allí para que pudiesen continuar sus estudios en la universidad. Este año tenemos los primeros licenciados. Además, hemos promovido una guardería y ayudamos a niños que están en situación de especial vulnerabilidad”, cuenta Ana María, que vuelve a Bolivia cada año.jóvenes participan en el X Encuentro Misionero abril 2013

Llamados a ser sal y luz

En su opinión, los jóvenes de hoy sí que se comprometen. En cualquier caso, afirma que los jóvenes cristianos tienen que romper los estereotipos. “Estamos llamados a ser sal y luz en medio de nuestro trabajo. Además, la alegría, a través de la caridad, es contagiosa”.

Opina del mismo modo Alexia: “Veo mucha gente que se mueve por las cosas en las que cree. A lo mejor soy una privilegiada, pero he visto a mucha gente comprometida, que responde, que se siente atraída y se cuestiona”.

Para Blanca Serres, a veces, se cae en el error de que primen los proyectos por encima de las necesidades de las personas: “Las personas son las que han de guiar proyectos y propuestas, no hemos de hacer propuestas porque sí. Si nos mezclamos y diluimos con lo que está necesitando la gente, seguramente surjan proyectos y no nos falten niños, jóvenes, adultos, mayores…”. En cualquier caso, señala que situaciones como la crisis económica están haciendo despertar a muchos. “Hay cosas que nos hacen reaccionar”, añade.

Precisamente, sobre la crisis y el modo de afrontarla, Blanca sostiene que “no somos conscientes de lo que nos pueden enseñar los países de fuera”. “Saben lo que es pasarlo mal y lo que es buscar y encontrar soluciones. A veces, nos cerramos y no nos damos cuenta de que, incluso desde fuera, pueden echarnos un cable sobre cómo a sumir un problema y salir de él. Por eso, hay que salir a hacer comunión, a empaparse de lo que los demás tienen que decirnos. Calcuta, Congo, Honduras tienen mucho que decirnos”, concluye.

José María Calderón en el X Encuentro Misionero de Jóvenes abril 2013

José María Calderón, delegado diocesano de Misiones de Madrid

Tal y como añade Teresa Ros, los jóvenes como ellos tienen el papel de “recordar otras realidades del mundo y otras situaciones”. “Nos impacta la fortaleza en la dificultad, la esperanza en medio de las penurias, la preciosa paciencia que hace resistir, el dar lo que no se tiene. Es dejarnos impactar por esos valores que nosotros hemos dejado enfriar”.

Para mantener la llama viva, los cinco consideran necesario encontrarse con otros que, como ellos, creen y luchan por los mismos valores, como sucedió en el X Encuentro de Jóvenes Misioneros. “Es una experiencia muy específica y muy bonita, da fuerza el conjunto de participantes motivados por una experiencia común. No es fácil encontrar ámbitos para compartir todo esto. Es un foro privilegiado”, dice Teresa.

“Al volver de Honduras, era complicado explicar a la gente todo lo que habíamos vivido. Y en encuentros como este, todos hablamos el mismo idioma. Es más fácil entenderse”, apunta David.

Alexia Gordillo, por su parte, concluye que, a veces, es muy fácil cerrarse en los grupos propios y, por ello, valora de los encuentros el ver que “hay muchos jóvenes de distintos carismas que buscan lo mismo”.

En el nº 2.849 de Vida Nueva.

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