José Rodríguez Carballo recibe la ordenación episcopal en su Galicia natal

José Rodríguez Carballo el día de su ordenación episcopal en Santiago de Compostela 18 mayo 2013

En la homilía, el cardenal Bertone le pide fidelidad a Dios, prudencia y bondad

José Rodríguez Carballo el día de su ordenación episcopal en Santiago de Compostela 18 mayo 2013

Rodríguez Carballo recibe la ordenación episcopal del cardenal Bertone [extracto]

FRAN OTERO. Fotos: MIGUEL CASTAÑO | El pasado 18 de mayo, la Catedral de Santiago de Compostela volvió a vivir un hito importante, la ordenación episcopal de José Rodríguez Carballo, hasta hace poco ministro general de los Franciscanos y ahora secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica (CIVCSA), el primer curial nombrado por el papa Francisco. Se convierte así en arzobispo de Belcastro (Italia) con el lema “Sé de quien me he fiado”.

Tan importante fue el evento –el propio Carballo pidió ordenarse en Galicia– como la asistencia, empezando por el cardenal secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, y siguiendo por los purpurados Carlos Amigo, Óscar Rodríguez Maradiaga, Claudio Hummes, Antonio Cañizares o Manuel Monteiro de Castro. También participaron en la celebración el anfitrión, el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, y varios obispos españoles, además de autoridades civiles –el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; y los ministros de Asuntos Exteriores y Fomento, José Manuel García Margallo y Ana Pastor, respectivamente– y numerosos fieles.

José Rodríguez Carballo el día de su ordenación episcopal en Santiago de Compostela 18 mayo 2013

Con los cardenales Braz de Aviz y Rodríguez Maradiaga

En una hermosa ceremonia, cargada de simbolismo, las palabras de Bertone en la homilía fueron directamente para el ordenado, aunque válidas para cualquier ministro de la Iglesia. Destacó la importancia del servicio, de comportarse, a ejemplo de Jesús, como el que sirve, “en actitud de minoridad, desde la lógica del don, con fidelidad, prudencia y bondad”.

Le recordó, asimismo, su labor con la Vida Religiosa y, por ello, le pidió que la anime “a pasar de lo bueno a lo mejor, mirando el pasado con gratitud, abrazando el futuro con esperanza y viviendo el presente con entusiasmo”.

También enumeró y explicó aquello que no puede faltar en un obispo: fidelidad, prudencia y bondad. “Sé fiel a la enseñanza apostólica. Sé fiel al don de Dios y a la misión que el papa Francisco te ha encomendado. (…) Has de ser prudente. Prudente es quien no juzga según apariencias o caprichos, sino que busca la verdad y le da el primado en su vida. (…) La bondad debe marcar también la vida de un obispo. El siervo será bueno en la medida en que su vida esté totalmente orientada hacia Dios”, le dijo.José Rodríguez Carballo el día de su ordenación episcopal en Santiago de Compostela 18 mayo 2013

Para concluir, apuntó que la de obispo no es una misión y vocación fácil, pero le recordó: “No estás solo”. La respuesta de fray José fue el agradecimiento constante y el compromiso de trabajar “con todas las fuerzas”.

Un día después, la que se llenaba de gente era su localidad natal, Lodoselo (Ourense), donde obtuvo el cariño de vecinos y familiares. Allí fue donde recibió, el pasado Viernes Santo, la llamada que le convocaría a Roma para comunicarle su nombramiento.

Tal y como recoge la prensa local, fue cercano y sencillo, como denotan sus palabras: “Afronto mi nuevo cargo con mucha confianza en Dios y mucha sencillez”. “Aquí están mis raíces, me siento de esta tierra, esta es mi gente y vengo siempre que puedo porque es donde están mis seres más queridos”.

En el nº 2.849 de Vida Nueva

 

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