“La educación es un derecho, no un favor”

plataforma Estamos Desconcertados manifestación contra los recortes en la escuela concertada de la Junta de Andalucía

Más de 400 colegios de Andalucía guardan un minuto de silencio contra la política educativa del Gobierno autonómico

plataforma Estamos Desconcertados manifestación contra los recortes en la escuela concertada de la Junta de Andalucía

“La educación es un derecho, no un favor” [extracto]

MIGUEL ÁNGEL M. NUÑO, SDB |@edesconcertados De verdad que lo siento. Hay que seguir luchando por el derecho a la igualdad de la educación. Es un derecho, no un favor”. Son palabras del superior general de los salesianos, el mexicano Pascual Chávez Villanueva quien, desde Roma y mediante un tuit, se unía al clamor de la plataforma Estamos desconcertados contra la política de recortes del gobierno de coalición andaluz presidido por José Antonio Griñán.

Un grito que los miles de alumnos, con sus padres y profesores, elevaron en silencio el pasado 24 de abril, fecha en que los miembros de las comunidades educativas de 418 centros de toda la autonomía andaluza guardaban un minuto de silencio “por la muerte anunciada” de la educación concertada en Andalucía.

No obstante, sería la última vez que la concertada iba a guardar silencio, como decía la proclama conjunta que se leyó simultáneamente en todos los colegios: “Porque desde este momento levantaremos nuestra voz y movilizaremos a la sociedad andaluza para exigir el mantenimiento del concierto de las unidades con demanda social y el respeto de las libertades educativas. El silencio de nuestro des-concierto se transformará en voz, en grito y en reivindicación”.

Una marea naranja

Al silencio acompañaba el color. Color naranja de los lazos y pulseras que miles ya lucen por cualquier rincón de Andalucía, y que se ha convertido en bandera indiscutida de este movimiento. Color naranja de carteles y pancartas que, de momento aireadas en los patios de los colegios, esperan su momento para inundar como una marea las calles de Sevilla y los alrededores del palacio de San Telmo, sede del Gobierno andaluz.

En efecto, el minuto de silencio ha sido tan solo la primera de las acciones multitudinarias que los coordinadores de la plataforma Estamos Desconcertados tienen previstas. Una semana después, el día 30, una representación de titulares y equipos directivos de cada uno de los cuatrocientos centros entregó en la sede de la presidencia de la Junta de Andalucía, una carta dirigida a José Antonio Griñán, “expresando la preocupación y el sentimiento de la comunidad educativa a este respecto”, en palabras de Escuelas Católicas–Andalucía.plataforma Estamos Desconcertados manifestación contra los recortes en la escuela concertada de la Junta de Andalucía

Además, han mantenido contactos con el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, quien se ha comprometido a trasladar las demandas de este amplio sector de la comunidad educativa a la Administración pública.

También está fechada en el calendario, para la segunda quincena de mayo, una manifestación masiva en Sevilla, en la que se prevé participen miles de alumnos, padres y profesores de toda la concertada.

La concertada, unida

Porque –y hay que tener muy en cuenta este dato– la escuela católica está manifestándose, en esta ocasión, con una unidad férrea. En realidad, los colegios afectados por el cierre de unidades son solo siete para el próximo curso: tres de la congregación salesiana, en Morón de la Frontera, Montilla y Úbeda; el colegio Nuestra Señora del Carmen, en La Palma del Condado, de las Carmelitas de la Caridad; el Sagrado Corazón, que las Hijas de la Caridad tienen en Bailén; la Presentación de Nuestra Señora, en Linares; y el Calasancio Hispalense, en la localidad sevillana de Dos Hermanas, regentados por los Escolapios.

Siete unidades que equivalen a unos 200 puestos escolares. Aparentemente, puede parecer poco. Por crecimiento vegetativo, sin embargo, cada año se irá suprimiendo un curso más en los colegios hoy afectados, de modo que en una década cada uno habrá pasado a perder la mitad de su alumnado.

Pero además, el ataque frontal de la Junta contra la concertada no solo queda ahí: la amenaza de retirada de conciertos afecta a todos, según han manifestado abiertamente representantes de Izquierda Unida, el partido que garantiza al PSOE la coalición de gobierno durante esta legislatura.

“La proporción de la escuela privada concertada bajará del 19% y se seguirá reduciendo progresivamente en los próximos cursos a medida que las líneas educativas avancen”, se puede leer en un boletín del Consejo Regional de Izquierda Unida.

De este modo, el Gobierno andaluz ha roto unilateralmente la llamada “proporción de oro” (un 20% de escuela concertada frente a un 80% de escuela pública) que garantiza el equilibrio del sistema educativo andaluz de doble red, según se dispone el artículo 3 de la Ley de Educación de Andalucía, vigente desde el año 2007.

Así, “la supresión de unidades –afirman desde Estamos Desconcertados, dirigiéndose a todos los padres– irá cada vez a más”. “Sería un error pensar que a ustedes no les va a afectar… No olviden que, por encima de todo, es defender un derecho, con independencia de que puedan sentirse afectados. El silencio y la inhibición, en este caso, no son neutrales, sino cómplices de una medida injusta”, añaden.

Las redes sociales, decisivas

En toda esta movilización social está siendo decisiva la difusión espontánea de muchos ciudadanos afectados que, voluntariamente, están sirviéndose de sus perfiles en Facebook y Twitter para animar a la participación. Fotografías, materiales, cuñas de radio, artículos de prensa… vienen circulando y compartiéndose por las redes sociales desde que se desató la indignación de la concertada contra el Gobierno de José Antonio Griñán y la Consejería de Mar Moreno.

Desde Escuelas Católicas se han activado también páginas en estas redes. Estamos Desconcertados, en Facebook –y su identidad homóloga en Twitter, @edesconcertados– están aglutinando el sentir de tantos y tantos andaluces que hoy día se sienten verdaderamente “des-concertados” por la privación del derecho a elegir la educación que quieren para sus hijos, principio consagrado por la Constitución Española en su artículo 27.

Pero realmente llamativa ha sido la recogida de firmas online a través de la plataforma change.org, suscribiendo un escrito dirigido al presidente andaluz. En pocas semanas, ha llegado a la cifra nada desdeñable de 17.000 firmas. Y sigue aumentando.

Sin duda, se trata de un nuevo frente abierto en una comunidad, la andaluza, que sigue encabezando el triste récord de tener los peores resultados académicos de todo el país.

Mientras, sus gobernantes siguen azuzando el debate con propuestas y recortes basados en cuestiones puramente ideológicas, partidistas y sectarias. En cualquier caso, la lucha de los padres y profesores por los derechos de sus hijos no ha hecho más que empezar.

“Mis padres deciden”

Dentro de la escuela concertada, un caso particular es el de la educación diferenciada, esto es, aquellos centros que, por ideario y opciones pedagógicas, propugnan la educación separada por sexos. Entre las instituciones que defienden este modelo, por otra parte lícito, se cuenta los 21 centros escolares que dirige Attendis.

Para estos centros, la consejera de Educación tenía hace poco palabras claras y directas: “No solo creemos que la educación y la escuela deben ser el reflejo de la sociedad y la convivencia entre niños y niñas, sino porque estamos cumpliendo seis sentencias del Tribunal Supremo”. Olvida nuevamente la consejera principios básicos recogidos en nuestro sistema jurídico y, en este caso, una oferta educativa solicitada cada año por miles de familias.

Así las cosas, unas 1.500 personas, entre padres, alumnos, profesores y personal de administración y servicios, también se manifestaban en Sevilla el pasado día 24. Ante las puertas del Parlamento andaluz, Gemma García, portavoz de la plataforma “Mis padres deciden”, leyó un manifiesto en el que recordaba que, contra las afirmaciones de la consejera, “el Tribunal Supremo ha sentenciado que estos centros imparten un tipo de educación legal y legítima, y que, por tanto, ni segregan ni discriminan al alumnado que escolarizan”, por lo que “manifestamos nuestro rechazo a la imposición de un modelo único por parte de la consejería de Educación que antepone su ideología política y partidista a la estabilidad laboral de los trabajadores y a la libertad de las familias para elegir centro educativo”.

En el nº 2.846 de Vida Nueva.

 

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