FIDEZ AIZPURÚA | Del 26 al 28 de abril, convocado por la ESEF (Escuela Superior de Estudios Franciscanos) de Madrid, y bajo el título Alejandro Labaka e Inés Arango: dos menores que entregan la vida, se celebró en Madrid un congreso que conmemoró el XXV aniversario de la muerte violenta de ambos religiosos, y en el que participaron más de un centenar de personas.
Efectivamente, el 21 de julio de 1987 caían alanceados por los Tagaeri, pueblo no contactado de las selvas amazónicas del Ecuador, el obispo capuchino español Alejandro Labaka y la hermana capuchina colombiana Inés Arango.
El Congreso se abrió con las palabras en vídeo del general de los Capuchinos y de la general de las Terciarias Capuchinas. La comunicación del antropólogo capuchino Miguel A. Cabodevilla sobre los pueblos no contactados sirvió de pórtico a las jornadas.
Por su parte, Fidel Aizpurúa, capuchino profesor en la ESEF sobre los nuevos paradigmas de la misión cristiana, quiso hacer ver la amplitud del tema en el que se inserta el recuerdo y la vida de Alejandro e Inés, la misión cristiana y sus exigencias.
Las ponencias de José A. Badiola, decano de la Facultad de Teología de Vitoria, sobre las raíces bíblicas de la Crónica Huaorani, obra única de Labaka, y la de Guillermo Múgica, teólogo de Pamplona, sobre la posibilidad de considerar al autor de la Crónica como “padre de la teología de América Latina”, contribuyeron a valorar la “teología en primer acto” de estos religiosos, mártires del Reino. Por su parte, la Terciaria Capuchina Isabel Valdizán glosó el perfil espiritual y misionero de la hermana Inés.
El Congreso dedicó amplio espacio al tema de la cooperación al desarrollo en intervención de Xabi Parra, director de SERCADE (Servicio de los Capuchinos para el Desarrollo). Completaron el Congreso un buen número de mesas redondas y de comunicaciones de experiencias diversas en torno a la misión cristiana.
En el nº 2.846 de Vida Nueva.
