El cardenal Schönborn advierte en Poblet sobre “la tentación del clericalismo”

Christoph Schonborn, cardenal arzobispo de Viena, charla a sacerdotes en monasterio de Poblet Tarragona

Participó en un encuentro con los sacerdotes y diáconos de Cataluña

Christoph Schonborn, cardenal arzobispo de Viena, charla a sacerdotes en monasterio de Poblet Tarragona

JORDI LLISTERRI. BARCELONA | “Necesitamos luz”. Así abrió su conferencia el cardenal arzobispo de Viena, Christoph Schönborn, ante más de medio millar de sacerdotes en la iglesia del Monasterio de Poblet (Tarragona). Luz que pidió metafóricamente para la vida sacerdotal y literalmente para que se encendiera el cirio pascual y lo acompañara mientras pronunciaba su conferencia.

Por sexta vez desde el año 1992, los obispos de las diez diócesis catalanas convocaron a todos los sacerdotes de Cataluña a un encuentro de fraternidad y reflexión. La cita, celebrada el 22 de abril, se enmarca en el Año de la fe convocado por Benedicto XVI.

Jaume Pujol, arzobispo de Tarragona, abrió el encuentro recordando, precisamente, que en la primera reunión de Poblet su antecesor convocó el Concilio Tarraconense y que los obispos querían mantener el “trabajo pastoral conjunto” de las diócesis con sede en Cataluña. El arzobispo lo enmarcó también en una semana significativa, en la que coincide la celebración de san Jorge y de la Virgen de Montserrat. Pujol pidió a los sacerdotes que, sobre todo, “fortalezcan la fe” y que, “entre tantas nubes grises, mostremos esperanza”.

“La vía real del Vaticano II” es la que propuso Christoph Schönborn para explicar el ministerio específico de los sacerdotes antes los cambios sociales y eclesiales vividos los últimos años. “Hoy el ministerio sacerdotal está menos cuestionado que durante los años 70”, dijo refiriéndose al debate sobre la institución del sacerdocio ministerial. “Pero hoy hay que advertir sobre el clericalismo. Es la otra tentación: del progresismo pasar al clericalismo”.

Por eso, habló del sacerdocio ministerial como un “medio que Cristo da a su Iglesia” al servicio del sacerdocio común: “Los sacerdotes somos inútiles si no somos servidores”. También destacó que la curia y los cargos eclesiásticos deben funcionar teniendo la misma finalidad, el servicio.

El cardenal de Viena, redactor del Catecismo de la Iglesia, no rehuyó las referencias al debate eclesial que se ha vivido los últimos años de manera muy intensa en centroeuropa. “En el debate continúa cuestionándose el celibato”, o la ordenación femenina, demandas muy presentes en Austria. Schönborn defendió la respuesta dada por Benedicto XVI, argumentado que la que proponen “no es la solución”.

Tampoco evitó referirse a la “pérdida de credibilidad”, especialmente grave en Austria por la renuncia de su predecesor en la sede de Viena, acusado de pedofilia. “Necesitamos total sinceridad. La verdad nos hará libres” y, por eso, explicó que, ante estos casos, “hemos optado por la verdad. Nos ha ayudado a superar esta profunda crisis”.

Terminada la conferencia, Schönborn presidió la Eucaristía, concelebrada con los sacerdotes que llenaban la nave medieval del Monasterio de Poblet. En su homilía, el cardenal habló del “miedo de abrir nuestro corazón a los otros para explicar nuestra experiencia de fe” y defendió que, como hicieron Pedro y Pablo, la evangelización pasa por contar públicamente esta vivencia. “Cuando nos reunimos los obispos, hablamos de pastoral, pero hablamos poco de nuestra experiencia de fe”, dijo para resaltar los buenos resultados “cuando he hablado de mis fracasos de evangelización”.

El estilo Francisco

Schönborn también hizo varias referencias al nuevo estilo que está marcando el papa Francisco. “La misericordia es el núcleo más bello de nuestro testimonio de ministerio sacerdotal”, dijo para señalar como eje de este pontificado que “sin misericordia no hay evangelización”. Y denunció la actitud autorreferencial de la Iglesia: “¿Cuántas veces a los sacerdotes nos preocupa más ser aceptados que trabajar por las ovejas?

En un breve intercambio con los medios de comunicación, el purpurado también destacó que “lo que vemos en el papa Francisco es lo mismo que la gente ve en san Francisco de Asís. La alegría del Evangelio, la simplicidad, la humildad, el amor a lo creado, la búsqueda de la paz…, elementos que lo hacen un santo universal que supera los límites de la Iglesia católica”.

En la presentación del encuentro, el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, se refirió al cambio que ha significado el nuevo Papa: “Respiramos un aire nuevo”.

En el nº 2.845 de Vida Nueva.

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