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La puerta de la fe


Un libro de Bruno Forte (Sal Terrae, 2012). La recensión es de José Manuel Caamaño

La puerta de la fe, Bruno Forte, Sal Terrae

Título: La puerta de la fe

Autor: Bruno Forte

Editorial: Sal Terrae, 2012

Ciudad: Santander

Páginas: 128

JOSÉ MANUEL CAAMAÑO | El Año de la fe convocado por Benedicto XVI para conmemorar el 50º aniversario del Vaticano II está dando mucho de sí, especialmente en el mundo editorial. Desde que lo anunciara en octubre de 2011, los congresos, conferencias y publicaciones sobre la fe y sus dimensiones no han dejado de multiplicarse. También esta obra constituye una respuesta a la llamada que hacía en Porta fidei a ayudar a las personas a vivir la fe como “fuente de vida plena y verdadera” (p. 9).

El autor es Bruno Forte, uno de los más reconocidos teólogos actuales y, desde 2004, arzobispo de Chieti-Vasto (Italia). Se trata de una obra sencilla, en la que, más que el teólogo, quien habla es el pastor, el obispo, cuya única intención es introducir al lector en el misterio de Dios experimentado en la fe de forma clara y comprensible, sin elucubraciones teológicas ni discusiones de escuela.

Sin embargo, la teología recorre cada página con exquisita precisión, algo a lo que Forte nos tenía ya acostumbrados en obras anteriores. Seguramente el lector, al ver como el autor precisa el sentido originario de los conceptos más relevantes (creer, mandamiento, bienaventurado…), recordará su insistente distinción entre Revelare y Offenbarung de sus aportaciones a la teología fundamental, una precisión que retoma aquí en conceptos fundamentales de la fe.

La obra tiene cuatro partes, que vienen a ser como una exposición sintética de los núcleos esenciales del Misterio cristiano en sus aspectos fundamentales: Credo, sacramentos, moral (mandamientos y bienaventuranzas) y oración, es decir, el misterio profesado, celebrado, vivido y orado. En cada una de las partes, el autor va recorriendo y comentando los elementos fundamentales que correspondan: las palabras del Credo, los siete sacramentos, el Decálogo y las bienaventuranzas y, por último, el Padrenuestro, el Avemaría y el Gloria.

Aunque se trata de una exposición sencilla, es una obra que requiere algunas herramientas para comprenderla adecuadamente y sacarle el máximo partido, especialmente en el capítulo dedicado al Credo. Con todo, más que para ser estudiado, se trata de un texto para ser meditado en la oración. De ahí que sea también muy interesante la guía que incorpora el autor para el uso pastoral, en el que sí se puede sacar un gran provecho.

En definitiva, se trata de una publicación oportuna y buena, en el sentido de que nos acerca, sin demasiado artificio y con buen estilo y una edición cuidada, a los contenidos esenciales de la fe cristiana. Un buen ejercicio pastoral de un pastor de la Iglesia.

En el nº 2.844 de Vida Nueva.

Actualizado
19/04/2013 | 05:11
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