Joachim Rego: “No debe preocuparnos cuántos somos, sino cómo vivimos la fe”

Superior general de los pasionistas

Joachim Rego, superior general de los Pasionistas

Texto y fotos: DARÍO MENOR | Joachim Rego es el nuevo superior general de la Congregación de la Pasión. Fue elegido en el capítulo general que los pasionistas, como se conoce a los miembros de la orden fundada por san Pablo de la Cruz, celebraron el pasado otoño. Este religioso, nacido en Birmania pero criado en Australia, recuerda que los carismas de los fundadores “pertenecen a toda la Iglesia” y dice que tanto la Vida Consagrada como la comunidad cristiana en general deben buscar más la calidad que la cantidad.

– ¿Cuántos pasionistas hay hoy?

– Alrededor de 2.100. La edad media está en torno a los 40-50 años. En la época del Vaticano II, éramos unos 4.000. A partir de aquellos años, muchos dejaron la congregación por diversos motivos. Ahora, en algunos de los 60 países donde estamos presentes se está produciendo una disminución debido a la edad avanzada de los religiosos. En otras naciones, sin embargo, tenemos vocaciones. Eso ocurre en zonas de África y Asia.

– ¿Cómo afrontar la crisis vocacional?

– Esta crisis nos afecta a nosotros también, como ocurre con tantas otras congregaciones. Yo he estado viviendo en Australia. Esa es mi provincia. Allí no hemos tenido ninguna vocación durante varios años. Hace dos, un estudiante se unió a la congregación. Esta persona, curiosamente, no es originaria de Australia. Es africana, de Burundi. Su familia llegó a Australia como refugiada.

– ¿Hay que apostar, pues, por la calidad más que por la cantidad?

– El ser humano siempre quiere números más grandes para cualquier cosa que piense que es buena. Se cree que cuantos más se sea, mejor están las cosas. Pero tanto en las congregaciones en particular, como en la Iglesia en general, existe el riesgo de que nos dediquemos a meter a la gente dentro para tener a cuantos más mejor. Hay que estar más preocupado por la calidad que por la cantidad. No debemos preocuparnos porque seamos cada vez menos, tanto como religiosos o como cristianos en algunos contextos. Lo importante es cómo vivamos nuestra fe. Para la promoción de nuestras vocaciones, contamos en las provincias con un religioso que se dedica a tiempo completo a esta labor. No se trata solo de que intente convencer al mayor número posible de jóvenes; es importante que el discernimiento vocacional se haga de forma correcta y que la formación sea también adecuada.

Más sobre el fomento de las vocaciones, la aportación de los carismas religiosos al conjunto de la Iglesia, la multiculturalidad dentro de la congregación y el arte como medio para acercar a Dios.

Entrevista con Joachim Rego [íntegra]

En el nº 2.843 de Vida Nueva.

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