Jorge Mario Bergoglio, el papa jesuita

cardenal Jorge Mario Bergoglio con Benedicto XVI en 2007

El porteño se ha destacado siempre por su humildad y austeridad

Jorge Mario Bergoglio, cardenal arzobispo de Buenos Aires

J. L. CELADA – M. Á. MORENO | El jesuita Jorge Mario Bergoglio, hijo de un matrimonio de italianos formado por Mario, exempleado ferroviario, y Regina, ama de casa, nació el 17 de diciembre de 1936 en la ciudad de Buenos Aires.

Con estudios en Química, fue ordenado sacerdote con 33 años, el 13 de diciembre de 1969, después de formarse en la Facultad de Teología de San Miguel, institución jesuita porteña, de la que fue profesor de Teología y rector; también se formó en Alemania, donde realizó estudios de doctorado.

Durante la dictadura militar de su país, entre 1973 y 1979, era el superior provincial de los jesuitas.

Fue consagrado como uno de los cuatro obispos auxiliares de Buenos Aires el 20 de mayo de 1992, hasta que el 28 de febrero de 1998 asumió el Arzobispado, sucediendo a Antonio Quarracino.

El lema de su episcopado fue “Miserando atque eligendo” (“Lo vio con misericordia y eligiéndolo”), en referencia al encuentro entre Jesús y el publicano. También fue presidente de la Conferencia Episcopal Argentina entre 2005 y 2011.Fue ordenado sacerdote .

cardenal Jorge Mario Bergoglio con Benedicto XVI en 2007

Bergoglio con Benedicto XVI en 2007

El primado de la Iglesia argentina fue creado cardenal por Juan Pablo II en el consistorio del 21 de febrero de 2001.

Fue presidente de la Conferencia Episcopal Argentina durante dos períodos entre 2005 y 2011.

En la Santa Sede es miembro de la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos; de la Congregación para el Clero; de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica; del Pontificio Consejo para la Familia y la Pontificia Comisión para América Latina.

Un sacerdote más

No gustaba prodigar mucho sus apariciones en los medios de comunicación, hasta el punto de que acostumbra a viajar “en colectivo” como cualquier pasajero, e incluso suele confesar en la catedral bonaerense como un sacerdote más.

Al poco tiempo de ser ordenado sacerdote, sufrió problemas respiratorios y, tras una operación, perdió un pulmón, aunque actualmente goza de buena salud, fruto de la vida austera que siempre le ha caracterizado.

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