Una responsabilidad común

EMILI TURÚ, superior general de los Hermanos Maristas |

Como se ha puesto de relieve en estas últimas semanas, la figura del papado tiene un carácter simbólico muy importante. Por tanto, no es irrelevante qué contenido se le da a esa función, ni tampoco qué persona la asume. Es evidente que el papa Juan XXIII marcó una nueva época en la historia de la Iglesia, invitando a un retorno a lo esencial y a un profundo aggiornamento, lo cual generó una ola de esperanza en muchas personas.

Con todo, no soy tan ingenuo de pensar que la Iglesia será más evangélica simplemente con un cambio de papa. Dicen que las expectativas son frustraciones premeditadas, así que procuro recordarme que la Iglesia se construye en el día a día por miles de personas que procuran vivir su fe con autenticidad. Y me repito que yo debo ser una de esas personas.

Sí, sueño con una Iglesia sencilla; contemplativa; acogedora sin condiciones; servidora de todos, especialmente de las personas más vulnerables; abierta al diálogo; realmente comunitaria; que dé mayor protagonismo al laicado, especialmente a la mujer…; pero sé muy bien que yo tengo una responsabilidad en construir esa Iglesia.

La jerarquía de la Iglesia tiene su propia responsabilidad,
pero no debiéramos abdicar de la nuestra,
como si todo dependiera de un grupo reducido de hombres.

Si el papa Juan XXIII pudo lanzar la convocatoria del Vaticano II, fue porque algo se estaba moviendo en la Iglesia desde mucho antes. Probablemente, él no fue más que el catalizador de un amplio movimiento de renovación que venía desde las bases de la Iglesia.

La jerarquía de la Iglesia tiene su propia responsabilidad, pero no debiéramos abdicar de la nuestra, como si todo dependiera de un grupo reducido de hombres. ¿No ha sido, de hecho, la renuncia de Benedicto XVI una invitación a que cada cristiano haga uso de su libertad como hijo e hija de Dios, y asuma la responsabilidad que le corresponde?

Quizás la pregunta, pues, no es qué va a hacer el papa por la Iglesia, sino qué vamos a hacer nosotros por ella.

En el nº 2.839 de Vida Nueva.

NÚMERO ESPECIAL VIDA NUEVA: PREPARANDO EL CÓNCLAVE

ESPECIAL WEB: CÓNCLAVE 2013

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