La España para el nuevo pontífice

chica joven católica española

El sucesor de Benedicto XVI se encontrará un país más secularizado y más pobre

jóvenes católicos con cartel España siempre fiel

La España para el nuevo pontífice [extracto]

FRAN OTERO | La antigua nación católica que era España ya no lo es tanto. Todavía tiene un peso muy importante en la cultura y las costumbres, pero no la fuerza de antaño. Como parte de Europa, sufre desde hace años una importante secularización, pérdida de fieles y significatividad, a la que se intenta dar respuesta desde la nueva evangelización.

Una nueva evangelización que vuelva a poner a Dios en el centro de la vida de los hombres de estas tierras, una propuesta de Dios.

Y además de una crisis de fe, España sufre una fuerte crisis económica –espacio, por cierto, al que llevar también la nueva evangelización–, que está aumentando el número de pobres, sobre todo, consecuencia del paro, que ya supera los cinco millones de personas.

A grandes rasgos, esta es la España que se va a encontrar el nuevo papa: más secularizada y más pobre.

Contra la secularización

Para el primer desafío, la Iglesia en España está dando pasos al hilo de la última Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), celebrada en Madrid en 2011, del Plan Pastoral de la Conferencia Episcopal Española (CEE) –Por tu palabra echaré las redes– y del de las distintas diócesis, y del último Sínodo de Obispos, precisamente, dedicado a la nueva evangelización, así como del Año de la fe.

El reto al que se enfrenta la Iglesia en España, como tantas otras en Europa, es el de toda la vida, evangelizar; pero los métodos o las formas de acercar la Buena Noticia deben cambiar, como ha cambiado la sociedad. Y en esta tarea, cabe implicar a todos: sacerdotes, religiosos y, sobre todo, laicos.

Lo ha ido haciendo, con mayor o menor acierto, en los últimos años, pero queda mucho camino por recorrer. Algunas de estas iniciativas para entrar en contacto con la cultura de hoy fueron, entre otras, el Atrio de los Gentiles, con la presencia del cardenal Gianfranco Ravasi, y la Misión Metrópolis, ambas en Barcelona; o la Misión Madrid, en curso, que lidera el cardenal Rouco Varela.

No hay que olvidar otras, relacionadas con el arte, con una trayectoria más larga, como las Edades del Hombre. Aunque son eventos importantes y significativos, como sucede como en el mundo de los medios de comunicación, la voz de la Iglesia todavía no se percibe en su dimensión adecuada.chica joven católica española

Aumentan las vocaciones

La nueva evangelización ha ido recorriendo transversalmente los distintos espacios de la Iglesia, disciplinas y grupos. El último ejemplo, que se celebró en medio del revuelo generado por la renuncia de Benedicto XVI, fue la Asamblea de Delegados de Medios que abordó La comunicación de la fe en el horizonte de la nueva evangelización, y en la que estuvo presente el presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, Claudio Maria Celli.

Y para esta tarea, la Iglesia española se encuentra con menos fieles comprometidos, con menos padres preocupados por transmitir la fe a sus hijos y con menos vocaciones, o al menos no las de otras épocas, a la vida religiosa y al sacerdocio.
Como apunte positivo, y según datos publicados recientemente por la CEE, el número de seminaristas ha aumentado un 2,3% –29 seminaristas más– en el último año. Además, cabe reseñar que el número de nuevos ingresos en los seminarios mayores ha aumentado un 6,5%, que parece deberse al impulso de la JMJ de Madrid.

También en el interior de la Iglesia, la Vida Religiosa en España está afrontando la falta de vocaciones y los desafíos que le plantea el mundo actual. Así, son algunas congregaciones –jesuitas, agustinos, recoletos, dominicos o salesianos– las que se encuentran en procesos de reestructuración, caminos de vuelta a las raíces, para, aun siendo menos, ser más significativos.

Las hay que ya los han culminado, como los marianistas, las Hijas de Jesús o la Hijas de San José. No hay que olvidar el nacimiento, bajo el auspicio de los nuevos movimientos, de polémicas congregaciones fruto de la escisión de otras.

Precisamente son los religiosos los que más trabajan en el campo de la educación, muy importante también para la Iglesia en España y para hacer su propuesta a la sociedad. Las familias, aunque las campañas de determinados sectores políticos intenten acabar con ellos, reconocen, año tras año, la labor de los colegios concertados católicos, pues sube la demanda.

La postura de la Iglesia está, en este campo, por la libertad de los padres a la hora de elegir la educación de sus hijos y por la defensa de la asignatura de Religión, una materia a la que se busca devolver su estatus.

La crisis económica

El otro gran desafío, íntimamente relacionado con la nueva evangelización, es la situación de crisis económica que vive España y, ahí, el nuevo papa podrá reconocer, como lo hace la sociedad española, la labor de la Iglesia en la defensa de los más desfavorecidos, en la atención social, en la sensibilización de la sociedad, en la promoción de una economía solidaria, en definitiva, reconocer su contribución al bien común.

Cuántos son los comedores sociales mantenidos por instituciones de la Iglesia, y las casas de acogida a inmigrantes y los programas de empleo para excluidos. Aumentan las necesidades y los donativos, al igual que los voluntarios. Es el rostro más amable de una Iglesia que tiene una convicción clara: la defensa de la dignidad humana.

Así es la Iglesia en España y algunos de los retos más importantes que afronta, una Iglesia que tendrá que recibir del nuevo papa nuevos pastores para las dos diócesis más importantes y significativas: Madrid y Barcelona.

La sucesión de estas sedes –pastoreadas por Rouco Varela y Martínez Sistach– será determinante para, junto con los demás obispos, el rumbo que tome la comunidad que peregrina en este país.

En el nº 2.839 de Vida Nueva.

 

NÚMERO ESPECIAL VIDA NUEVA: PREPARANDO EL CÓNCLAVE

 

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