Titulares para un Papa

papa leyendo el periódico en el avión papal

Hablan los periodistas y corresponsales que mejor le conocen

papa Benedicto XVI con periodistas en el avión

FRAN OTERO | No podía faltar en este repaso al pontificado de Benedicto XVI la opinión de aquellos que le han seguido por todo el mundo y vivido con él en el Vaticano o desde España, aquellos que han llevado sus discursos, sus palabras y gestos a millones de lectores y oyentes: los periodistas.

Aunque difieren algunas de las valoraciones, hay algo en común en todas ellas, que Benedicto XVI pasará a la historia no solo por ser papa, que también, sino por su decisión de renunciar a la sede de Pedro.

Así lo dice la corresponsal de El Mundo en Roma, Irene Hernández Velasco: “Pasará a la historia por su renuncia, pero tendrá que pasar tiempo para valorar una decisión de un papa conservador que hace que se replanteen muchas cosas”.

Aunque valora su aportación pastoral –“sabe explicar muy bien el evangelio”– afirma que “ha tenido muchos problemas en el gobierno de la Iglesia”. De hecho, concluye, “ha sido incapaz de reformar la Curia”.

Para Eusebio Val, corresponsal de La Vanguardia en Roma, Ratzinger ha sido el papa “de la autenticidad y del análisis profundo”. Reconoce que estos años han demostrado lo difícil que resulta combinar pensamiento y gestión cotidiana y, prueba de ello, añade, son “los numerosos errores cometidos, no solo atribuibles a él, sino a su entorno y a la estructura vaticana”.

“Pese a su valioso magisterio, Benedicto XVI pasará a la historia como el papa ortodoxo que, con su renuncia, dio un paso revolucionario, un gesto que tal vez abra el camino a otros cambios de calado que revitalicen la Iglesia”, sintetiza.periodistas con el papa Benedicto XVI en avión

También desde la Ciudad Eterna, Mercedes de la Torre, corresponsal de Europa Press, destaca la evolución del pontífice durante estos ocho años: “El pontificado de Benedicto XVI ha tenido una gran evolución. Poco a poco fue menos profesor y más pastor; esto se reflejó en sus viajes apostólicos y en sus discursos. El testimonio de las personas que lo encontraron ha coincidido en que es una persona de extraordinaria calidad humana y de gran profundidad espiritual”.

Cercano y amable

Francisco Paniagua, responsable de la información religiosa en Onda Cero y que ha cubierto informativamente casi todos sus viajes, destaca de Ratzinger su renuncia, “un hecho tan extraordinario”, y su decidida lucha contra los abusos sexuales a menores por parte del clero.

“Confieso que recibí a Benedicto XVI con cierta frialdad y que, con los años, he encontrado a un Papa más cercano y mucho más amable de lo que muchos pueden pensar. Me sorprendió la profundidad de sus textos, a veces no fáciles de comprender. Me interesó mucho su acercamiento a los judíos y musulmanes. Pero le recordaré siempre por la frase que pronunció en el campo de exterminio nazi de Auschwitz, solo a unos metros de donde nos encontrábamos los periodistas: ‘¿Dónde estaba Dios en aquellos días?’”.

También José Manuel Vidal, director de Religión Digital y corresponsal religioso de El Mundo, destacó a Benedicto XVI por “la gran renuncia” y por haber sido “el barrendero de Dios”.

“Quiso centrarse en lo esencial, en demostrar que la propuesta cristiana puede dar sentido al hombre de hoy, pero no pudo. Le reclamaron asignaturas pendientes del anterior pontificado. Especialmente, la de la limpieza de las manzanas podridas del clero pederasta. Quiso hacer lo mismo con el banco vaticano, pero la Curia no le dejó. Y para que el aparato curial no siga gobernando la Iglesia, renunció al máximo poder. Con su gesto profético y revolucionario puso tarea a los cardenales y marcó la hoja de ruta del sucesor: más limpieza”. papa Benedicto XVI leyendo el periódico en el avión papal

Problemas

Por su parte, Juan Bedoya, responsable de información religiosa de El País, cree que el pontificado de Benedicto XVI ha sido “un fracaso”. “Llegó clamando contra la suciedad que veía en la Iglesia católica y se va con la impresión, no disimulada por él mismo, de no haber solucionado los principales problemas”, explica.

Además, cree que se equivocó con España, “a cuyo Gobierno acusó de laicismo y anticlericalismo radicales, cuando la realidad es que pocos ejecutivos han tratado a la Iglesia con más esmero y generosidad que el presidido por Zapatero”.

El responsable de las noticias de religión de La Razón, José Beltrán, cree que Joseph Ratzinger ha sido “el hombre que ha buscado servir de la mejor manera a la Iglesia hasta desgastarse. Hasta no tener más fuerza. Lo hizo como prefecto, con una honestidad e integridad que luego trasladó a su ser y hacer en la sede de Pedro. Nada de un papado de transición. Un pontificado con duro trabajo a sus espaldas ad intra para renovar la Iglesia y sin miedo a abrir ventanas, sin temor a comunicar las debilidades y con valentía para denunciar el relativismo”.

Finalmente, también Faustino Catalina, periodista del Área Sociorreligiosa de la Cadena Cope, destaca el servicio de Benedicto XVI, al que define como “obrero de la Palabra”: “Ha cumplido con las primeras palabras al mundo tras su elección: ‘ser un humilde trabajador de la viña del Señor’.

A esa tarea ha entregado cuerpo y alma, y ahora que las fuerzas faltan y los problemas de la Iglesia y la sociedad necesitan nuevas energías, se retira, en un gesto histórico pero, sobre todo, lleno de coherencia y
responsabilidad”.

En el nº 2.838 de Vida Nueva.

 

NÚMERO ESPECIAL VIDA NUEVA: BALANCE DE UN PONTIFICADO

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