J. L. CELADA | La Oficina de Prensa de la Santa Sede ha anunciado que Benedicto XVI decidió, el pasado 15 de febrero, confiar el gobierno de la Congregación de los Hijos de la Inmaculada Concepción al cardenal Giuseppe Versaldi, presidente de la Prefectura de Asuntos Económicos de la Santa Sede, nombrándolo delegado pontificio. “Como tal, el cardenal Versaldi –informa la nota vaticana– desempeñará la tarea de guiar el Instituto religioso y de llevar a las estructuras sanitarias que gestiona esa institución hacia un posible saneamiento económico”.
Este nombramiento se produce después de la visita apostólica que, por encargo del Papa, realizó el arzobispo Filippo Iannone a los religiosos concepcionistas, a raíz de las denuncias presentadas por administración indebida de algunos de los centros a su cargo.
La congregación regenta diversos hospitales, entre ellos, el Instituto Dermatológico de la Inmaculada (IDI) de Roma, cuyo exadministrador, el padre Franco Decaminada, es acusado de un desfalco por valor de 600 millones de euros. Según el semanario italiano L’Espresso, el P. Decaminada es investigado por apropiación indebida y está acusado de haber empleado el dinero para comprar una villa en la Toscana. Mientras, hasta 1.500 empleados de esos hospitales no cobraron sus sueldos durante siete meses.
El diario Il Sole 24 Ore, por su parte, ha informado de que el secretario de Estado vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, ya habría puesto en marcha un plan de rescate para las familias afectadas, consultando a los bancos para un saneamiento de los centros implicados. Su intención sería cerrar la gestión precedente y crear una nueva a través de un comisariado que administre las deudas.
Ahora, con el nombramiento de Versaldi, este objetivo está más cerca de cumplirse, aunque “excluyendo la participación de la Santa Sede en dichas obras”, concluye el comunicado vaticano.
En el nº 2.837 de Vida Nueva.
