Esfuerzos intercongregacionales por una relación norte-sur más justa
JOSÉ CARLOS RODRÍGUEZ SOTO, periodista especializado en temas africanos | Con el paso del tiempo, muchos misioneros y misioneras que han dedicado su vida a trabajar por la educación, la salud o la alimentación de los africanos se han dado cuenta de que parte de su servicio consiste también en sensibilizar a la sociedad en sus lugares de origen sobre las causas de la pobreza y la injusticia de aquel continente, y trabajar para que haya políticas internacionales más justas. Fruto de este desvelo, en 1988, varias congregaciones religiosas que trabajan en África decidieron unir sus esfuerzos y formaron la Red África-Europa Fe y Justicia.
- EDITORIAL: Justicia para África
Coincidiendo con su 25º aniversario, a lo largo de 2013, esta plataforma organizará toda clase de actividades (conferencias, mesas redondas, cine fórum…) para seguir fomentando unas relaciones norte-sur más justas.
“Con una mano damos a África unas pocas migajas y con la otra les quitamos la hogaza”. Este es el diagnóstico que realiza el padre Ángel Olarán sobre las políticas europeas en el continente donde ha trabajado durante cuatro décadas. Miembro de los Misioneros de África de Lavigerie (Padres Blancos), Olarán trabajó en un banco en España antes de decidir dedicar su vida a África como misionero.
Trabajó primero en comunidades rurales de Tanzania y, durante los últimos 20 años, su nombre ha estado ligado a Wukro, una localidad situada en la región semiárida del Tigray, en el norte de Etiopía. Sus conocimientos en economía y contabilidad le han ayudado a dirigir numerosos proyectos de desarrollo: coordinó la construcción de una escuela secundaria, lleva años apoyando el funcionamiento del hospital local y ha dirigido el trazado de canales de riego que han contribuido a que cientos de familias que comían una vez al día tengan ahora tres cosechas al año.
Como él, infinidad de misioneros y misioneras han pasado por la misma experiencia: se han lanzado con entusiasmo a la tarea de ayudar a sus hermanos africanos para que tengan una vida más digna, pero han visto que “la vida se vuelve cada vez más difícil para las personas con las que trabajamos”, como dice la hermana Margaret Clark, de la congregación de Notre Dame de Namur.
“Nuestro análisis indica que una buena parte de las razones que explican el deterioro de las condiciones de vida de los africanos se encuentran en el Norte, y que es ahí donde se necesita una acción frente a los poderes políticos y económicos”, explica.
Esta es la razón por la que muchos misioneros que han dedicado su vida a trabajar por la educación, la salud o la alimentación de los africanos ven como parte de su servicio sensibilizar a la sociedad en sus lugares de origen sobre las causas de la pobreza y la injusticia en África y trabajar para que haya políticas internacionales más justas, y no se deshaga con una mano lo que se ha levantado con tanto esfuerzo con la otra. En 1988, varias congregaciones religiosas que trabajan en África decidieron unir sus esfuerzos en esta dirección y formaron la Red África-Europa Fe y Justicia. Este grupo celebra, por lo tanto, su 25º aniversario durante 2013.
Los comienzos
Este aspecto del servicio misionero conoció una primera institucionalización en 1983, cuando tres institutos misioneros, la Sociedad de Misiones Africanas, los Padres Blancos y los Misioneros Espiritanos, formaron en Washington la Red Africana Fe y Justicia. Concebida como un grupo de defensa de los intereses de los países más pobres, pretendió ser un cauce para que los institutos misioneros ejercieran una influencia positiva en las políticas africanas del Gobierno de los Estados Unidos.
Sus miembros realizaron una excelente labor de documentación sobre asuntos africanos relacionados con la justicia social y se convirtieron en un modesto, pero muy efectivo, grupo de lobbying que se encontraba regularmente con algunos miembros del Congreso.
Cuando los superiores generales de los institutos misioneros, presentes en Roma, vieron los frutos de este trabajo, se inspiraron en la Red Africana Fe y Justicia de Washington y comenzaron a soñar con hacer un trabajo similar en Europa.
Pliego íntegro, publicado en el nº 2.837 de Vida Nueva (23 febrero – 1 marzo de 2013)