‘Un Dios prohibido’, un cine que no fusila el género

Ya está lista la última película de Contracorriente Producciones, de Ciudad Rodrigo


ROBERTO RUANO ESTÉVEZ | Hace un par de meses, terminaba en Ciudad Rodrigo el rodaje de Un Dios prohibido, la última de las películas de Contracorriente Producciones, y que narra el martirio de 51 miembros de la comunidad claretiana de Barbastro en el verano de 1936, recién iniciada la Guerra Civil. En sus estudios, se encuentran estos días inmersos en la laboriosa tarea de montaje. Agudos y selectos cortes a la hora de perfilar el metraje final. Atrás quedan las prisas, la repetición de escenas, la preocupación por el mal tiempo… Quieren que todo esté listo para Pascua. Afloran los nervios.

Contracorriente Producciones, muy vinculada en su génesis y en su posterior crecimiento a la Diócesis de Ciudad Rodrigo, nace en el año 2006 como una empresa innovadora, atrevida y con valor para llevar a lo más alto productos elaborados desde las “olvidadas” tierras salmantinas. Nace, además, con vocación social, elaborando productos ricos en valores humanos, de promoción cultural. Es más que una empresa: una forma de vida, una propuesta para los jóvenes de Ciudad Rodrigo.

Entre sus trabajos más relevantes, se encuentran, sobre todo, largometrajes cinematográficos de corte histórico-religioso: Jesús, el peregrino de la luz (2006), Talita Kum (2007), Pablo de Tarso, el último viaje (2009), o los cortometrajes Tuercas y tornillos (2009), Punto muerto (2010), Sheol (2011) y Alba (2012). El reto de rodar Un Dios prohibido (2013) es, sin duda alguna, el proyecto más ambicioso asumido hasta la fecha por esta pequeña productora.

actores Un Dios prohibido película de Contracorriente sobre mártires Barbastro

El grupo de actores durante una pausa del rodaje

“Algo está cambiando y el público comienza a demandar un cine distinto que hable directamente al corazón, a los sentidos y al alma. Un cine que construya personas libres, un cine trascendental, pacificador y mediador, educativo y comprometido con los problemas y demandas de un mundo cambiante”, afirmaba Pablo Moreno, director de todas estas películas y miembro de Contracorriente, en una entrevista concedida el año pasado a Vida Nueva con ocasión de la presentación de Alba.

Un proyecto “providencial”

La idea de rodar Un Dios prohibido puede decirse que llegó gracias a la Providencia divina. Todo comenzó con un viaje de Juan Carlos Sánchez, rector del Seminario Diocesano San Cayetano y asesor teológico de la mayor parte de las películas de Contracorriente, y Pablo Moreno a la localidad oscense de Barbastro, para impartir un curso de Comunicación. Durante su estancia allí, conocieron de primera mano la tremenda historia de los mártires claretianos. Una historia que, desde el primer instante, les conmocionó. La película, podemos afirmar, llegó a su corazón y a sus manos por sí sola.

El pasado mes de mayo, Manuel Tamargo Rodríguez, en representación de los Misioneros Claretianos, fue el encargado de firmar el acuerdo con la productora Contracorriente.

La película cuenta los hechos ocurridos en Barbastro en agosto del año 1936, en los inicios de la Guerra Civil. Entonces, hasta 51 claretianos fueron martirizados. Los excesos y los tópicos, tan propios a la hora de contar estas historias, se han evitado. En esta película nadie es tan héroe, ni nadie tan malo malísimo.

Más sobre Contracorriente Producciones, sobre la película y sobre los mártires de Barbastro, en el reportaje completo, disponible solo para suscriptores.

‘Un Dios prohibido’, un cine que no fusila el género [íntegro]

En el nº 2.836 de Vida Nueva.

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