Los obispos colombianos “creen” en el proceso de paz

La 94º Asamblea Plenaria del episcopado rechazó actos de muerte y violencia

 

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Uno de los frutos de la pasada Asamblea Plenaria del episcopado colombiano (Vida Nueva No. 70) fue la manifestación unánime del apoyo de los obispos a los diálogos que se están desarrollando entre los representantes del gobierno nacional y de la guerrilla de las FARC, en La Habana, para poner fin al conflicto en Colombia. Así se lo hicieron saber los prelados al presidente Juan Manuel Santos y a la opinión pública en el penúltimo día de la Asamblea, y así lo expresaron con signos y palabras a favor del diálogo y la reconciliación.

Pero el ejemplo comienza en casa. En su alocución, el cardenal Rubén Salazar Gómez alentó a un diálogo siempre abierto que pueda “fortalecer el testimonio de los creyentes en medio de un mundo que camina en las tinieblas de la increencia y del sinsentido de la existencia, pero siempre ansioso y deseoso de encontrar los caminos de la justicia, la fraternidad y la paz”. La presencia de algunos representantes de confesiones cristianas no católicas, en la sesión inaugural, evocó este llamado del Concilio Vaticano II al diálogo ecuménico e interreligioso. Así lo entendió también la Dra. Loida Sardiñas, de la Iglesia Colombiana Metodista, al destacar que “si no damos un testimonio cristiano, como iglesias unidas, no seremos signo de esa unidad que buscamos a nivel nacional”.

Frente a la reiterativa inquietud sobre el papel de la Iglesia en los actuales diálogos, los obispos reafirmaron que “la Iglesia católica está dispuesta a colaborar en todo lo que conduzca a la paz”, destacando su convicción de que “el Evangelio es un mensaje que transforma el corazón del ser humano y pone las bases para todo lo que verdaderamente humaniza”. Por este motivo, los obispos destinaron una parte de su agenda al análisis de la realidad y del proceso de paz en el país, al final del cual manifestaron su confianza frente a los avances y logros del proceso de paz que se están llevando a cabo, al tiempo que denunciaron y rechazaron explícitamente los actos que atentan contra el derecho fundamental a la vida y a la dignidad (secuestros, asesinatos, masacres, crímenes ecológicos…) de los cuales no escapa ni la misma Iglesia, como lo recordó el editorial de El Tiempo el pasado 7 de febrero (“sacerdotes en riesgo”).

Creer en el proceso de paz en una Asamblea dedicada al tema de la fe es, tal vez, la mejor muestra de la esperanza que la Iglesia está llamada a irradiar. Para la pascua, se anunció una peregrinación bajo la tutela de “Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá”, todo un signo de la importancia que tiene la oración en el camino hacia la paz. VNC

Texto: Óscar Elizalde. Foto: CEC

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